"Los jóvenes queremos tener sitio en los medios"

A Mynor Tujal le fascina el anime y le atrae la cultura rastafari. Temas, como tantos otros intereses de los jóvenes guatemaltecos, con frecuencia ignorados por los medios de comunicación del país centroamericano. La juventud encuentra por lo general espacio en la prensa cuando se trata de informar sobre situaciones de conflicto. Esto estigmatiza a todo un grupo de edad y vierte sobre él una imagen negativa. El proyecto Radio Joven, de DW Akademie, GIZ de la cooperación alemana y el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER) busca impulsar una oferta que ejerza de contrapeso mediático.

Espacios como el de Tujal son el resultado. Informativos, de calidad, pero a la vez entretenidos. Y, sobre todo, dispuestos a superar barreras con el fin de llegar a un público de menor edad. "La radio para la que yo trabajo emite en kakchiquel, el idioma de los mayas que habitan mi región. Pero, lastimosamente, las nuevas generaciones ya casi no hablan esta lengua", cuenta Tujal. "Mi programa es en castellano porque yo quiero que los jóvenes me escuchen", dice. Con él hablamos sobre Radio Joven.

DW Akademie: ¿Qué significa para ti personalmente Radio Joven?

Mynor Tujal: Significa la posibilidad de desarrollar algo dinámico, creativo, que realmente guste a los jóvenes. La mayor parte de las radios tiene un esquema muy cuadrado que no le da importancia a la juventud. Los adultos nos acusan de que no nos tomamos nada en serio pero muchos jóvenes sí queremos hacer cosas, lo que pasa es que no nos dan el espacio. Yo veo el proyecto Radio Joven como un apoyo para que podamos salir, destacar y hacer algo por nuestro país.

¿De qué te ha servido participar en Radio Joven?

Radio Joven despertó en mí el interés por hacer radio. Yo no tenía nada de experiencia en esto. Llevar un programa era algo que nunca había pasado por mi mente. ¡Pero ahora me encanta!

Los jóvenes guatemaltecos se sienten estigmatizados por los medios

Y los talleres a los que has asistido, ¿qué te han aportado?

Cada taller me ha enseñado a hacer mejor el trabajo para que atraiga a los jóvenes, que es la intención. Pero no sólo he aprendido, sino que también he podido dar a conocer el ambiente que vive la juventud en Patzún, que es muy diferente al capitalino.

¿Qué es lo que más te gusta de este proyecto?

Lo que me fascina es que se trata sólo con jóvenes. Eso es algo que siempre me ha gustado. En Patzún, por ejemplo, organizábamos conciertos con mucho éxito. Venían incluso jóvenes de los pueblos cercanos. Lamentablemente, los adultos nunca nos han ayudado en estas iniciativas. Al contrario, se oponen porque dicen que fomentan la violencia. Nuestros conciertos nos trajeron problemas con bastantes personas.

¿Qué les falta a los jóvenes guatemaltecos para tener voz?

Principalmente, les falta un espacio. Los jóvenes en Guatemala tienen el deseo y las ganas de hablar, de expresarse… ¡Tenemos mucha energía que descargar! Pero la sociedad no nos da la oportunidad ni el lugar para desarrollarnos mejor.