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Los animales también sacan conclusiones

José Ospina Valencia17 de febrero de 2006

No sólo los humanos poseemos la capacidad de determinar el origen o la causa de un problema. También los animales parecen proceder según las leyes de la causalidad.

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A las ratas "intelectuales" también les gusta la diversión.Imagen: dpa


Las ratas son, como lo demuestran experimentos realizados en Alemania y Estados Unidos, capaces de actuar correctamente y con previsión como consecuencia de resultados de acciones tanto conocidas como desconocidas.

Un grupo internacional de científicos en torno al profesor alemán Michael Waldmann de la Universidad de Göttingen en Alemania y al psicólogo estadounidense Aaron Blaisdell de la University of California de Los Angeles dirigió y realizó las investigaciones: "Hasta ahora la ciencia ha partido de la suposición de que los animales sólo utilizan las "experiencias vividas" para construir asociaciones entre las acciones y sus influencias", especifica Waldmann, director del Instituto de Psicología Georg Elias Müller de la Universidad de Göttingen.

Ello siempre había generado la convicción de que la comprensión de eventos causales coherentes era una capacidad exclusiva del hombre. "Nuestros estudios han demostrado que esa tesis ya no es sustentable", dice el científico alemán.

Animales: nada supersticiosos

El pensamiento causal implica, igualmente, la habilidad para decir (se) "lo que aquí pasa es...." Y dar un diagnóstico correcto de la situación. Muchos de los que no tienen este pensamiento lo atribuyen todo a la mala suerte o bien se quedan sin palabras ante un problema. Pero nada más lejano a las ratas que la superstición: una de las "contaminaciones" sociales de muchas culturas.

El poder prever eventos es una de las capacidades fundamentales de humanos y animales, sin la que no podrían sobrevivir. El psicólogo Ivan Pavlov lo comprobó en sus investigaciones con perros. Pavlov encontró que los animales pueden utilizar relaciones asociativas - entre sonidos y alimentos, por ejemplo - para prevenir acciones.

Los científicos en Alemania y Estados Unidos quisieron entonces averiguar si los animales poseían una "concepción" más profunda de lo que es causalidad. El impulso para tal empresa lo recibieron de trabajos de estadísticos y filósofos sobre el análisis matemático de sistemas causales, las llamadas redes causales Bayes.

"Nosotros partimos de que las asociaciones, a menudo, desorientan y reflejan, sólo eventualmente, la causalidad del mundo", explica Waldmann e ilustra: "Los barómetros pueden ser utilizados para realizar predicciones del tiempo sin que estos aparatos sean la causa del desarrollo del tiempo". Luego ninguna manipulación de un barómetro influye sobre el tiempo atmosférico.

Humanos y ratas más cercanos que nunca...

La diferenciación entre relaciones causales y estadísticas es sustancial para entender la causalidad. Pero ¿pueden ratas distinguir también la diferencia? En un primer experimento, los científicos observaron a las ratas en una fase de aprendizaje durante la cual un estímulo lumínico era seguido de un sonido y el expendio de alimento.

La luz era, por lo tanto, la causa común para dos efectos: sonido y alimentación. Si se tocaba en la fase de aprendizaje el sonido estimulante, las ratas esperaban que también hubiera alimento y lo buscaban en el sitio ya habitual. "Este rendimiento no es empero, una señal obligatoria de pensamiento casual. También puede ser expresión de aprendizaje asociativo", explica el profesor Waldmann, experto en psicología de conducta.

Para controlar la diferenciación entre asociaciones y causalidad, los investigadores realizaron una segunda prueba. Colocaron en las jaulas de las ratas una palanca que éstas no habían visto hasta ese momento. Cuando los animales, por curiosidad, tocaban la palanca, ésta generaba el sonido conocido.

"Las teorías de asociaciones asegurarían que los animales buscarían de nuevo alimento porque habrían aprendido que el sonido estaba asociado con éste". Pero las ratas se comportaron de otra forma. "Los roedores lograron 'determinar' que eran ellas mismas la causa del sonido y no la luz, por lo que no veían razón alguna para esperar alimento", aclara el psicólogo alemán y hace una comparación: "Si el prado está húmedo, concluimos que llovió. No pensaríamos lo mismo si el sistema de irrigación estuviera prendido."

"Decido, luego soy rata… o ratón"

En otro experimento, los científicos estudiaron una situación en la que las previsiones basadas en observaciones deberían ser idénticas a las que resultan de acciones propias. En esta constelación, las ratas aprendieron que en un desencadenamiento causal el sonido anunciaba la luz y la luz el alimento.

Así que los animales esperaban su ración alimenticia, independientemente de si oían el tono de forma pasiva o si era generado tras operar la palanca. Según Waldmann, "las ratas establecían correctamente la diferencia entre los modelos de causalidad". No son pocos los que afirman que siempre se han entendido con los animales y como animales los mismos.