1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Latinoamérica: violencia sin luz al final del túnel

1 de junio de 2017

Ni dictaduras, neoliberalismos o gobiernos progresistas de izquierda logran aún ganar la batalla a la mayor preocupación de los latinoamericanos: la violencia, asegura la activista uruguaya Denise Legrand.

https://p.dw.com/p/2dzox
Symbolbild Graffiti Mara Salvatrucha
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Galdamez

Pese a no ser una región convulsionada por las guerras o el terrorismo que actualmente asola al continente africano, el Medio Oriente y algunas naciones asiáticas, en los últimos cinco años América Latina ha logrado disputarle a esas regiones del planeta los primeros lugares en los índices de violencia, como muestra la más reciente lista de Naciones Unidas sobre los países más violentos, que encabezan Siria, México, Irak, Afganistán, Yemen, Somalia, Sudán, Turquía, Sudán del Sur y Nigeria.

Sugerimos también estos artículos:

La violencia extrema coarta a la prensa en Latinoamérica

Latinoamérica: territorio peligroso para defensores del medio ambiente.

El criterio para esta selección, ha sido la violencia generada por los conflictos políticos, religiosos, étnicos o provocados por el terrorismo organizado. Pero en el listado de la criminalidad social derivada de la desigualdad Latinoamérica es protagonista, con Guatemala y México en el segundo y tercer puesto; Honduras, Venezuela y El Salvador en los puestos del cinco al siete y Colombia en el puesto 12

El panel de debate en Berlín.
El panel de debate en Berlín.Imagen: DW/A. Valle

La Fundación alemana Friedrich Ebert, con la mesa de discusión "Desigualdad - amenaza para la estabilidad y la seguridad en América Latina", realizada esta semana en Berlín, lanza a la discusión pública preguntas que no figuran en el centro de las agendas políticas en América Latina lo cual impide ver alguna luz al final del túnel, en opinión de los participantes, Frank Zimmerman, diputado del SPD; Denise Legrand, Coordinadora del Proyecto "Nada Crece en la Sombra" en Uruguay; Markus Müller, del Instituto de Latinoamérica de la Universidad Libre de Berlín, y Sabine Kurtenbach, del Instituto de Estudios Latinoamericanos GIGA.

¿Violencia contra la violencia?

Uno de los desafíos es encontrar mejores estrategias para abordar la seguridad regional en escenarios donde confluyen con la misma fuerza los tres ámbitos fundamentales de la inestabilidad: la violencia generada por el accionar político, la violencia establecida por los grupos marginales del poder y la violencia generada por la desigualdad social y la pobreza. En esta clasificación se incluye la mayoría de las naciones latinoamericanas, según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, encabezadas con apenas pequeñas diferencias por El Salvador, Venezuela, México, Brasil y Honduras.

Denise Legrand
Denise Legrand.Imagen: DW/A. Valle

Otra pregunta se refiere a mecanismos funcionales que podrían evitar que el 30% de los jóvenes sean víctimas de esos ámbitos de la violencia y, también, cómo alejarlos del escapismo social provocado por décadas de marginación y convertirlos en protagonistas de las luchas por sus derechos. "Son mayoría y suelen llamárseles Generación Nini, porque ni trabajan ni estudian, aunque en nuestras circunstancias deberían ser llamados Generación Sinsin porque en realidad sucede que están sin posibilidades de estudiar ni trabajar", asegura a DW la joven activista uruguaya Denise Legrand.

Una pregunta aún más difícil es lo que Legrand llama "el factor prisión", tema que "no suele aparecer en las discusiones sobre la violencia en nuestros países. Muchos creen, por ejemplo, que Uruguay está a salvo de ese flagelo, y aunque vivimos en una sociedad de bienestar, en la cual una parte de la población disfruta de beneficios sociales, existe otra gran parte cuya única respuesta del Estado es a través de la policía. Tenemos más de 11 mil presos en una población de poco más de 3 millones de habitantes, mayormente jóvenes; un 30 por ciento de las mujeres presas lo han sido a causa del narcotráfico, y la reincidencia criminal es altísima porque la sociedad no permite una real reinserción del que sale en libertad... En fin, que urge establecer nuevas reglas que se aparten de las viejas concepciones de combatir la violencia con la violencia oficializada, que es la concepción establecida hoy en toda Latinoamérica".

Aunque prefiere tildarse como crítica y no como optimista reconoce que "hay sectores de la sociedad civil, como nuestro proyecto Nada Crece en la Sombra, que intentan permear al actual sistema de una nueva forma de hacer las cosas, un modo alternativo de mejorar el trabajo en estos terrenos, y eso empieza a generar procesos super interesantes, protagonizados además por jóvenes".