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Las leyes de Murphy en la cancha de fútbol

Emilia Rojas Sasse5 de julio de 2006

La derrota alemana ante Italia confirmó viejos mitos del fútbol, pese al escepticismo de expertos como el Profesor Jürgen Schwier, quien conversó con DW-WORLD al respecto e hizo su propio balance del Mundial 2006.

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Las lágrimas de Ballack estaban programadas: los alemanes nunca le han ganado a Italia en un Mundial.Imagen: AP

En el fútbol internacional parece haber algunas leyes (o maldiciones, según el punto de vista) que han vuelto a confirmarse en el Mundial 2006. Por ejemplo, que Inglaterra siempre pierde cuando le toca definir un partido a golpe de penales. También se ha arraigado en la conciencia colectiva que España no puede ganarle a Francia. Si bien ambas selecciones se enfrentaron en Alemania por primera vez en un Mundial, la serie de derrotas sufridas por los ibéricos ante los galos en el marco europeo en las últimas décadas han bastado para forjar esa constante. Lo mismo ocurre con Alemania, que nunca ha logrado triunfar sobre Italia cuando está en juego la Copa del Mundo.

El peso de la historia

¿Existen realmente unas "leyes de Murphy" futbolísticas aplicable a los citados países? "Pareciera que sí", responde bromeando Jürgen Schwier, profesor de Sociología del Deporte de la Universidad de Giessen. Ya más en serio, señala que quizá lo que ocurre es que el fútbol "vive" de esas leyendas. "Es cierto que esos resultados se repiten, pero no hay ninguna razón plausible", apunta. Tampoco vale, a su juicio, la tesis de que ese pasado influye sicológicamente en los jugadores, amedrentándolos. Y lo fundamenta recordando que muchos integrantes de la actual selección alemana ni siquiera habían nacido cuando se produjo la última derrota germana ante Italia en un Mundial: el de España, en 1982.

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España '82: escenario de otra derrota alemana ante Italia.Imagen: AP

¿Es entonces mera coincidencia? ¿Quizá un capricho del destino? ¿O será tal vez que, de tanto ver en la prensa el relato de pasados desastres, el asunto se convierte en una especie de profesía autocumplida? Jürgen Schwier, que se ocupa intensamente del tema del deporte y la prensa, piensa que el problema se plantea más bien a la inversa. Es decir, que son los medios los que levantan ese tipo de estadísticas, porque necesitan buenas historias, y eso vende. A su juicio, "hay que separar el fútbol de la TV y el fútbol de la cancha".

Lo nuevo de Alemania 2006

En cuanto a lo que realmente se vio en el campo de juego, el entendido no se muestra muy entusiasta. "Creo que futbolísticamente no hubo ninguna revelación en este Mundial. Más bien me parece que hay un estancamiento", indica este estudioso del fútbol, que también lo practicó en su juventud y hoy se declara abiertamente un hincha. Eso no quiere decir que no haya disfrutado de partidos como el de Alemania contra Italia, que califica como el mejor del torneo.

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Uno de los grandes escenarios, junto a la Puerta de Brandeburgo.Imagen: picture-alliance/ dpa

En el plano del impacto social que tuvo este torneo, tampoco se suma al coro de comentarios sobre el gran vuelco que supuestamente produjo en Alemania. "Diversos estudios demuestran que los éxitos deportivos tienen un efecto de corto plazo. Ahora hay una gran euforia, pero creo que pasará pronto", afirma. A su juicio, lo que quedará será la constatación de que "Alemania fue un muy buen anfitrión". Junto con aplaudir que no se hayan hecho efectivos los temores a hechos de violencia entre hinchas o de corte extremista, rescata también otro aspecto: el surgimiento de los public-viewings, es decir, de los lugares habilitados para que la gente vea los partidos en pantallas gigantes fuera del estadio. "Eso es algo que se vio incipientemente en el Mundial de Japón, pero que nunca había existido en estas dimensiones: hasta un millón de personas se reunieron en Berlín; un millón de personas de todas las nacionalidades, mezcladas, celebrando juntas", señala. Y asegura: "esa fue la gran novedad del Mundial 2006".