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La última conferencia de las FARC

José Ospina-Valencia16 de septiembre de 2016

Este 17 de septiembre las FARC abren su última conferencia como guerrilla. Su reconocimiento de la Constitución de Colombia significa el triunfo del diálogo y la derrota de las vías armadas.

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Soldados camino a la guerra contra las FARC. Pronto una imagen del pasado.
Soldados camino a la guerra contra las FARC. Pronto una imagen del pasado.Imagen: Fuerzas Armadas de Colombia

“La última conferencia de las FARC tiene una trascendencia fundamental: aquí se reconocerá la negociación que se adelantó en La Habana”, dice a DW Eduardo Álvarez Vanegas, coordinador de dinámicas de conflicto y negociaciones de paz de la Fundación Ideas para la Paz, quien destaca que esta es una conferencia “histórica”, porqué allí se va a “definir el plan político de las FARC”.

La X Conferencia de las FARC tiene lugar del 17 al 26 de septiembre en los Llanos del Yarí, bastión de esta guerrilla en los límites con la Amazonía. El máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias "Timochenko" ya está en Yarí, así como el jefe negociador en los diálogos de Cuba, Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", quien aseguró que todos los ciudadanos deben "sacar adelante el sueño de empezar la construcción de la paz".

La logística en medio de la selva de una cita de esta magnitud a la que son esperadas unas 2.000 personas y para la que, según las FARC, están acreditados más de 350 medios de todo el mundo, ha puesto a prueba la capacidad organizativa de la guerrilla.

Algunos temas de debate interno

Pero, ¿qué tan seguro es que las FARC vayan a aprobar en pleno el Acuerdo de Paz? Según Álvarez Vanegas, politólogo de Universidad Javeriana, “las FARC se rigen por lo que ellos llaman ‘democracia revolucionaria o proletaria', que es la base para los debates internos. Si bien hay una gran cohesión entre los altos mandos, debe haber también dudas internas, respecto a la amnistía jurídica, por ejemplo, o cómo se van a entregar las armas o a garantizar su seguridad y la de sus familias o cómo se va a desarrollar su reintegración económica y social y las garantías de participación política a futuro”.

Para Álvarez, “se puede dar por descontado que las FARC van a aprobar el Acuerdo de Paz”, pero más allá de esto será muy importante saber lo que van a definir allí las FARC a futuro: “Las FARC van a dar allí las luces sobre en qué tipo de movimiento político sin armas quieren convertirse”. Para el también antropólogo Álvarez, esta “cita con la Historia” es “el cierre de las FARC como movimiento armado, más no como marca, porque continuarán como movimiento político”. En efecto, este es uno de los principales puntos a definir en Los Valles del Yarí.

Esta conferencia de las FARC es muy importante para el proceso de paz, “porque”, agrega Eduardo Álvarez Vanegas, “así como a la sociedad colombiana se le pide expresar si aprueba o no el Acuerdo de Paz, también lo debe hacer las FARC, que se concibe como organización político militar”. En este sentido, Álvarez destaca que “el Acuerdo de Paz es, ante todo, para los colombianos porque con él se busca darle solución a los problemas estructurales e históricos de la sociedad colombiana; a los que se les debería haber dado solución hace mucho tiempo, con o sin FARC, con o sin conflicto armado”.

La guerra es para llorar, la paz para celebrar

Colombia se encuentra sumida en un ferviente debate nacional sobre a quién beneficia la decisión que deben tomar los colombianos el 2 de octubre: ¿A las FARC? ¿A Santos?¿A la oposición? O ¿a todos los colombianos?. “Si uno toma una decisión mirando el Acuerdo desde una perspectiva global, como una oportunidad de ir reduciendo el conflicto armado, desactivar una máquina de guerra y presentar una base para hacer cambios profundos de desarrollo, de integración territorial, vale la pena”, concluye el coordinador de dinámicas de conflicto y negociaciones de paz de la Fundación Ideas para la Paz.

A pesar de la muy probable disidencia de algunos miembros del Frente Primero de dicha guerrilla, las FARC quieren hacer de esta reunión una fiesta del fin de la guerra que se une a una del comienzo como actor político no armado. Mientras a lo largo y ancho del país tienen lugar conciertos por la paz y marchas en contra del Acuerdo, las FARC quieren aprovechar esta oportunidad para convertir este encuentro en un "Woodstock selvático".