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"La política de Erdogan divide a Turquía"

Gero Schließ
13 de septiembre de 2017

La escritora turca Elif Shafak acusa al presidente Erdogan de transformar a Turquía en un país autoritario. Según ella, los países occidentales deberían apoyar más a la sociedad civil turca.

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Elif Shafak
Imagen: picture-alliance/dpa/K.Lütscher

Deutsche Welle: Usted pronunció el discurso de apertura en el Festival Internacional de Literatura de Berlín. ¿Qué mensaje quería dar al público?

Creo que nos encontramos en una fase emocionante pero también muy inquietante.  ¿Qué pueden hacer escritores o artistas? En mi opinión, ha llegado el momento de luchar valientemente por los valores universales, porque estos valores ya no están seguros.

Se trata de valores como la democracia, el pluralismo, los derechos de las mujeres y las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), la libertad de opinión y el estado de derecho. Estos valores deben ser defendidos con mayor pasión, con más fuerza y más seguridad en nosotros mismos, en lo que hemos hecho hasta ahora.

La canciller alemana, Angela Merkel, es acusada de no hacer lo suficiente contra Turquía. ¿Cómo ve eso?

Para mí, Angela Merkel envía un mensaje a todas las niñas y mujeres del mundo solo por el hecho de ser mujer. En la política hay muy pocas mujeres que puedan servir como ejemplo. En cuanto a Turquía, quiero distinguir entre el gobierno y el pueblo. Es evidente que el gobierno turco se ha vuelto más y más autoritario en los últimos años. A pesar de haber llegado al gobierno a través de elecciones, ha arruinado la democracia alsocavar el estado de derecho y la libertad de prensa.

Türkei Präsident Erdogan
El presidente turco, cada vez más autoritario.Imagen: Reuters/O. Orsal

Al mismo tiempo sé que existe una sociedad civil en Turquía. Hay muchas personas cosmopolitas y progresistas: mujeres, jóvenes, estudiantes, minorías, socialdemócratas. Estas personas están más avanzadas que su gobierno. Lamentablemente no escuchamos sus voces en los medios internacionales.

El dilema en el que estamos atrapados es que, por un lado, debemos ser críticos con el gobierno y, por otro lado, apoyar al pueblo. No aislemos al pueblo, no perdamos el contacto con la sociedad civil. Este es el desafío para muchos políticos.

¿Qué medidas se deberían tomar para apoyar a la sociedad civil?

Turquía es un país grande e importante, complicado y diverso. Activistas y ONGs en Europa como Amnistía Internacional o el PEN Internacional presionan a los líderes europeos para que examinen la situación de los derechos humanos en Turquía, el declive de la democracia y de la libertad de prensa y opinión. Mientras estamos aquí sentados, Turquía se ha convertido en la cárcel más grande para periodistas. Incluso ha superado tristemente a China. Mientras estamos aquí sentados, la gente está perdiendo sus empleos, incluyendo a miles de académicos, muchos de ellos por la simple razón de haber firmado una petición de paz. Mientras estamos aquí sentados, la gente tiene hambre. La lista es larguísima. Los demócratas turcos están desmoralizados. Y por ello debemos centrarnos en la sociedad civil.

Como presidente, Erdogan tiene en último término la responsabilidad del declive de la democracia en Turquía. ¿Le culpa personalmente por esto?

Quisiera subrayar que cuanto más tiempo Erdogan y su partido AKP se mantengan en el poder, más autoritarios se volverán. Miles de personas ya fueron encarceladas por ofender al presidente. Un comentario critico en Facebook, una pequeña broma en Twitter, todo puede conducir a ser encerrado en una prisión turca. En una democracia debería ser posible criticar al presidente. Me da mucha pena ver a Turquía tan dividida. Hemos perdido la cultura de la cohesión. La gente puede defender diferentes visiones sobre el mundo, pero a la vez puede y debe compartir valores democráticos y el respeto mutuo. 

Elif Shafak nació en 1971 en Estrasburgo, Francia, y es una escritora turca que publica sus obras en turco e inglés. Es una de las escritoras más leídas en Turquía y con alto reconocimiento en el extranjero. Dos de sus novelas más conocidas y traducidas al español son "La bastarda de Estambul" y "El arquitecto del universo".