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“La OTAN no es la policía mundial”

18 de abril de 2011

Entrevista con Wolfgang Ischinger, director de la Conferencia sobre Seguridad en Múnich, sobre el papel y las funciones que puede cumplir la OTAN en el conflicto en Libia.

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Miembros de la OTAN discuten sobre la situación en Libia.Imagen: AP

La situación en Misrata y en Bengasi es dramática. ¿Qué puede hacer la OTAN para proteger a la población de acuerdo con la Resolución 1973?

La OTAN ejecuta o ayuda a ejecutar un mandato de las Naciones Unidas. Ello limita la intervención militar a los ataques aéreos. No permite la incursión de tropas terrestres, como tampoco la ocupación de Libia por tropas extranjeras. Eso es obviamente un obstáculo autoimpuesto por la comunidad internacional frente a esta clase de dictadores. Esta situación se asemeja a 1999, cuando el Gobierno de Milosevic en Serbia se valió de artimañas, engaños y camuflajes para dificultarle a la OTAN generar de forma efectiva un daño considerable a las unidades militares serbias.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que ya se terminó el tiempo de Gadafi y de su régimen, y que debe entregar el poder. ¿Qué puede hacer la OTAN para deponer a Gadafi?

El secretario general de la OTAN refleja tanto la posición de los 28 miembros de la OTAN como la de la Unión Europea. Pero también en particular del llamado Grupo de Contacto de Libia, que en la declaración de Doha dice "¡Fuera con Gadafi". La convicción extendida es que no se puede continuar así con Gadafi.

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La intervención militar en Libia por parte de la OTAN se lleva a cabo sólo por aire.Imagen: AP

El problema es que las capacidades militares de la Alianza se limitan a la protección de los civiles. Es decir, que existe una brecha entre las posibilidades de la alianza y el objetivo político. Aquí sólo cabe esperar que las otras medidas tomadas por la comunidad internacional (que no son acciones militares), como las sanciones, el bloqueo y la congelación de cuentas bancarias logren que Gadafi no resista por mucho tiempo y se dé por vencido.

Pero si la OTAN asume funciones de protección en una guerra civil, también se posiciona en este caso en el tema de la libertad y los derechos humanos. ¿Comienza con ello una evolución de la OTAN hacia una policía mundial?

Así no está previsto en el concepto estratégico de la alianza, que fue reformulado y aprobado por todos los miembros en noviembre de 2010. No queremos ser una policía mundial. Más bien lo que está sucediendo es que a raíz de la decisión de la OTAN se confirió una calidad operativa al concepto de responsabilidad de proteger ("Responsibility to Protect" en inglés). Ésto significa que la Alianza contribuye -siguiendo la pauta de las Naciones Unidas- a asignarle a este concepto de la responsabilidad de proteger un significativo operativo. Si así ocurre, conllevaría a un mayor desarrollo del derecho internacional, ya que con ello se restringe la conocida idea de una integridad territorial de los Estados nacionales. Ello es interesante e importante.

Lo anterior no significa, sin embargo, que la OTAN pueda intervenir en todo el mundo donde se violen los derechos humanos en un caso particular o de forma masiva. Considerando estos nuevos principios del derecho internacional, la OTAN debería intervenir donde se pueda y donde la intervención sea compatible con los propios intereses nacionales. Éste ha sido el caso en opinión de la mayoría de los miembros de la OTAN.

¿Dónde está el límite de las acciones militares con fines protectores? ¿Puede marcarlo uno de los países con derecho de veto en la ONU?

Leiter der Münchner Sicherheitskonferenz Wolfgang Ischinger
Wolfgang Ischinger, director de la Conferencia sobre Seguridad de Múnich.Imagen: picture-alliance/dpa

El mandato de este tipo de acciones se realiza por lo general a través del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En este sentido, cualquiera de los cinco miembros permanentes puede evitarlo. En los últimos días se ha visto que los Gobiernos de Rusia y de China ven el enfoque actual de la Alianza de forma escéptica. Allí se asume que los ataques aéreos de la OTAN sobrepasan incluso el objetivo de protección de la población civil. No creo que sea probable que se desarrolle aquí un derecho general de intervención policial a nivel mundial. Seguramente Rusia, China y también otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU no lo permitirán.

Este tipo de experiencias se volverán a presentar, y sería un avance en pro del desarrollo de la civilización de la ciudadanía global, si tenemos la capacidad de frenar a dictadores sangrientos que atacan y masacran a su propio pueblo.

La intervención en Libia provocó un nuevo capítulo del entendimiento cordial entre Inglaterra y Francia. ¿Está Alemania marginada?

No. Alemania no participa en primera línea en la acción militar. También hay que aclarar que Alemania no se encuentra sola en la Alianza. Cerca de la mitad de los miembros de la OTAN están comprometidos directamente en este conflicto. Otros actúan de la misma forma que Alemania, apoyan desde atrás. Sin embargo, debido al desarrollo de esta crisis es posible que Alemania juegue un rol más importante en la realización de un plan de paz político necesario a corto plazo.

En algún momento -esperemos que sean días o semanas- se llegará a una solución que incluirá elementos humanitarios, políticos, militares, económicos, etc., para lograr un plan de paz. Alemania ya participó de esta forma en Kosovo en 1999. El plan aceptado por Naciones Unidas fue desarrollado en Berlín. Esto es algo que lo alemanes podemos hacer bastante bien.

Autor: Jürgen Liminski / Cristina Mendoza Weber

Editora: Emilia Rojas