1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

"La crisis fue la prueba de que la economía brasileña es fuerte y estable"

1 de mayo de 2010

Brasil superó la crisis económica gracias a su economía cerrada, su fuerte mercado interno así como a las acciones del Gobierno, explica el periodista alemán Alexander Busch en entrevista con Deutsche Welle.

https://p.dw.com/p/MKwS
Plataforma P-40 de Petrobras en Rio de Janeiro.Imagen: AP

Deutsche Welle: Brasil está siendo cada vez más elogiado en la prensa internacional por sus virtudes económicas. ¿Cómo ve Usted eso?

Alexander Busch: La prueba más reciente de que el Brasil puede ejercer un nuevo papel económico fue la crisis reciente. En los últimos cuatro, cinco años el Brasil se volvió, tanto en el aspecto político como económico, más fuerte e importante en la economía mundial.

Primero hubo un aumento en el precio de las materias primas, como el mineral de hierro, que alcanzaron un nuevo nivel de precios debido a la demanda.

Después vinieron los biocombustibles, que hace dos o tres años eran un hype y el Brasil supo cómo ofrecerlos a gran escala.

Allí vino el tema del petróleo con las grandes reservas en la costa brasileña, como las que se encuentran en la provincia denominada Presal, que pueden transformar al Brasil en uno de los grandes productores mundiales de petróleo en los próximos diez años.

Esas fueron etapas en el camino de Brasil para volverse una potencia económica mundial. Pero allí vino la crisis y muchos pensaron que el Brasil sucumbiría una vez más.

Pero Brasil consiguió sobrevivir a esa crisis, la más fuerte de los últimos 70 años. Por un lado, gracias a aspectos que ya estaban dados, como una economía cerrada y un fuerte mercado interno; por el otro lado, gracias a acciones del gobierno. El haber sobrevivido a esa crisis fue la prueba de que el Brasil es hoy una economía fuerte y estable.

Brasilien Weltsozialforum in Porto Alegre Präsident Luiz Inacio Lula da Silva
La ayuda social del gobierno aumentó el consumo de la población.Imagen: AP

¿Por qué está hoy tan fortalecida la economía brasileña?

A diferencia de otras economías emergentes de fuerte integración en la economía mundial el Brasil consiguió sobrevivir gracias a su mercado interno, que fue consolidado con las políticas adoptadas por el gobierno en los últimos años.

Hay nuevos grupos de ingresos, hay una clase media creciente y hay empresas fuertes con acceso al mercado de capitales que pueden ir a la bolsa y conseguir dinero incluso en una época de crisis. Eso hizo que Brasil alcanzara un nuevo nivel de estabilidad.

Más allá de eso, Brasil utiliza de forma muy habitual los recursos de los cuales dispone, tanto financieros como también los nuevos mercados que se abrieron a nivel mundial, como por ejemplo China.

O sea, por un lado hay un mercado con una nueva estructura de ingresos y con un nuevo consumo, también en sectores totalmente nuevos, como el inmobiliario, en el cual hay un verdadero “boom” en el momento – hace cinco años prácticamente no había crédito inmobiliario en Brasil, excepto por algunas pocas líneas de crédito gubernamental para construcción de casas.

Y por el otro lado hay un mercado externo, en el cual Brasil consiguió insertarse en los últimos años como un importante proveedor de materias primas para la economía mundial.

¿El mercado interno se volvió mayor gracias a las acciones del gobierno, por medio de programas sociales como por ejemplo  la “Bolsa Familia”?

Sí, ese fue un paso importante. En el proceso de estabilización de la economía – y aquí se puede decir que la estabilización de una economía aún es la mejor política social – en el proceso de esa estabilización, sostenido por el gobierno de Lula desde 2003, vinieron tales acciones sociales.

En un país en el que prácticamente no había ninguna ayuda social, hay de repente una ayuda mínima, lo cual en comparación con la nada de antes es un paso enorme.

Esa ayuda social hizo posible el consumo de masas y permitió que empresas pasaran a invertir en esos segmentos de masa, cosa que antes no hacían.

Esos dos pasos – estabilización de la economía y los programas sociales – fueron importantes. A ellos hay que agregar lo que todos los gobiernos del mundo hicieron, algunos mejor, otros peor, que fue la política fiscal y de intereses, ejercida durante la crisis.

Buchcover Alexander Busch Wirtschaftsmacht Brasilien
"Wirtschaftsmacht Brasilien", de Alexander Busch.Imagen: HANSER

Brasil reaccionó de forma rápida: puso dinero a disposición de los bancos, los bancos estatales compraron instituciones debilitadas, hubo reducción de impuestos para la industria del automóvil y otras medidas más para activar el consumo. Todo esto también fue muy importante.

El mercado financiero brasileño tampoco presentó problemas durante la crisis, principalmente comparado con Alemania o Estados Unidos. ¿Qué fue lo que Brasil hizo tan bien en ese sector?

Son dos cosas. El Brasil pasó por una crisis financiera muy fuerte en 1995, provocada por el “efecto tequila”, la crisis que surgió en México.  En esa época hubo un proceso de limpieza y el control sobre los bancos fue extremadamente elevado. Las reservas que los bancos precisan tener en Brasil son mucho mayores que en otros países.

Esa ya es una ventaja. Más allá de eso, hay una subvención estatal indirecta en la medida en que los bancos prestan dinero al gobierno con intereses muy altos. Durante muchos años ese fue el principal negocio de ellos y en la práctica terminaban siendo subvencionados.

¿Qué fue lo que más contribuyó a esa buena fase del Brasil?

Está también la política externa del gobierno de Lula, que diversificó los mercados para las exportaciones brasileñas. No son solamente Estados Unidos y Europa los principales mercados, sino también África y América Latina y Oriente Medio son cada vez más fuertes. Eso se debe en parte a las acciones del gobierno de Lula, en parte a una nueva demanda.

Eso significa que, cuando el mercado en los Estados Unidos o en Europa cae, en épocas de crisis, otros mercados, principalmente China, pueden neutralizar un poco ese efecto. Esa fue también una política muy hábil, criticada en un inicio, pero que dio prueba de ser la acertada.

O sea, que Usted afirma que ese ascenso no es una burbuja que puede reventar en cualquier momento, sino un desarrollo sostenido.

Es ciertamente un desarrollo sostenido, la cuestión es saber hacia dónde irá. La mayoría de los pronósticos de los bancos parte del principio de que el Brasil crecerá un 5% por año durante una década. Si Brasil consigue eso, sería un paso tremendo.

Usted dice en su libro que el Brasil es una prueba para la democracia. ¿Qué quiere decir con eso?

El Brasil es uno de los pocos grandes países democráticos del mundo que intentan saltar hacia la condición de país desarrollado. Ese no es el caso de China ni de Rusia. Brasil e India son los países que intentan dar ese paso rumbo al desarrollo en condiciones democráticas.

Para nosotros europeos que defendemos una combinación entre democracia y economía de mercado, el Brasil es un ejemplo importante, al cual debemos prestar atención – allí hay un país que intenta dar ese paso, siguiendo un camino democrático.

Con frecuencia se oye que las cosas funcionan mucho mejor en China porque el país es gobernado de forma autoritaria. A causa de China, ese modelo de desarrollo económico autoritario vivió un fuerte crecimiento en los últimos años. Y el Brasil es la antítesis de ese modelo.

Alexander Busch es periodista y uno de los corresponsales alemanes en Brasil más conocidos. El escribe para varios diarios y revistas, entre otros, el diario económico Handelsblatt. Es autor del libro “Wirtschaftsmacht Brasilien – Der grüne Riese erwacht”, publicado en 2009 en Alemania por la editorial Hanser.


Autor: Alexandre Schossler (VR)

Editora: Emilia Rojas