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La ayuda no llega a Siria

Claudia Witte (JC/ERS)19 de agosto de 2016

La ayuda humanitaria enfrenta enormes retos en las numerosas crisis globales. En Siria, por ejemplo, se están ignorando las reglas básicas de la ayuda humanitaria.

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Syrien IKRK Konvoi mit Hilfslieferungen für Daraja
Imagen: Getty Images/AFP/F. Dirani

Todos los jueves, tres docenas de diplomáticos se reúnen en el Concordia Hall del gran Palacio de las Naciones de Ginebra para debatir acerca de los suministros urgentes de ayuda humanitaria que necesita el pueblo sirio. Los productos están listos y los cooperantes están preparados. Pero las partes en conflicto no los dejan pasar.

La misión humanitaria formada por el Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG, por sus siglas en inglés) y un grupo de expertos en emergencias de las Naciones Unidas, lleva desplegada en el país desde febrero. Presidido por Estados Unidos y Rusia, el grupo de trabajo identifica para la ONU a aquellos grupos de población que, sin la ayuda de emergencia, corren peligro de morir de hambre. Además, la misión humanitaria trata de convencer a las partes en conflicto de que permitan la entrega de ayuda a las zonas afectadas.

Progresos modestos

Jan Egeland, en su calidad de asesor del enviado especial de la ONU para Siria, Steffan da Mistura, es quien dirige el grupo de trabajo. Egeland se deshace en elogios hacia sus compañeros: “Ha habido progresos considerables, porque los diplomáticos nos han ayudado en 2016. En 2015, sin embaro, no nos apoyaron nada”.

Según las estimaciones de la ONU, 13,5 millones de personas dependen de la ayuda humanitaria dentro de Siria. De ellas, 4,5 millones viven en zonas sitiadas o de difícil acceso, y con la urgente necesidad de recibir alimentos y medicinas.

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Egeland: "Proponemos que cesen los combates durante 48 horas".Imagen: UN Photo/J.-M. Ferré

Tras seis meses de trabajo y difíciles negociaciones, Jan Egeland se muestra optimista, a pesar de que las estadísticas no son espectaculares: la ayuda distribuida por la misión humanitaria que dirige llegó a más de 1,2 millones de personas, y muchas de ellas recibieron suministros en más de una ocasión. Sin embargo, esto es considerablemente menos de lo esperado, y muchas personas permanecen fuera de su alcance.

Alto el fuego humanitario

Principalmente la situación de falta de seguridad hace imposible el acceso humanitario en muchas áreas, explica Jan Egeland, haciendo referencia al catastrófico cerco que sufre la ciudad de Alepo. La solución que propuso la ONU fue el establecimiento de un alto el fuego humanitario.

“Un alto el fuego humanitario funcionaría de la siguiente manera”, explica Egeland. “Proponemos que anuncien la tregua con 72 horas de antelación y que cesen los combates durante 48 horas. Eso es todo lo que necesitamos”.

La falta de seguridad también es uno de los principales problemas para la ONG Médicos sin fronteras (MSF), dice Thomas Nierle, presidente de MSF Suiza.

Schweiz Thomas Nierle Präsident Médecins sans Frontières MSF Ärzte ohne Grenzen
Thomas Nierle, presidente de MSF Suiza.Imagen: DW/C. Witte

"La situación de seguridad es mala porque las partes en conflicto no se atienen a lo negociado", dice Nierle. "Es decir, si se respetara la ayuda humanitaria, no habría ningún problema para hacer llegar el suministro a la población civil afectada".

Todas las organizaciones que operan en Siria se quejan de que no pueden ayudar en la medida que prevé la Ley Humanitaria Internacional, y como en realidad sería necesario hacerlo. Mientras, una gran parte de la población siria sigue sobreviviendo y depende de la poca ayuda humanitaria que recibe.