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"Irán es más estable que Pakistán"

Dennis Stute18 de mayo de 2006

El ex asesor de seguridad nacional estadounidense Zbigniew Brzezinski opinó, en entrevista con DW-WORLD, que no descartar la opción militar contra Irán sólo fortalece la postura de Ahmadineyad.

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Zbigniew Brzezinski considera que Washington debe negociar directamente con Teherán.Imagen: AP

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha despreciado la oferta europea de proveer a su país de un reactor de agua liviana, como incentivo para congelar el enriquecimiento de uranio. ¿Ha fracasado la diplomacia?

Cuando uno se refiere al presidente Ahmadineyad, hay que tener en cuenta que ese título de presidente significa en Occidente algo totalmente diferente a lo que significa en el sistema iraní. (...) En Irán, el presidente ocupa una posición de tercer nivel, sus poderes ejecutivos son muy limitados. Pero lo que ha hecho Occidente, y en parte también Estados Unidos, es elevarlo a la categoría de un interlocutor, que entonces utiliza el debate con Occidente para afianzar su poder político interno. En consecuencia, no considero que sus respuestas tengan autoridad.

¿Pero los recientes pasos dados para comenzar con el enriquecimiento de uranio no fueron respaldados acaso por el régimen iraní como un todo?

La posición iraní es la de querer avanzar con el enriquecimiento de uranio. Pero esa no es necesariamente la última palabra en lo que concierne a la negociación. El resultado dependerá de cómo se conduzca ese proceso de negociación y, en mi opinión, Estados Unidos debe sumarse a él para que sea realmente serio. He visto con agrado que Henry Kissinger se ha sumado a mi posición, al demandar un papel estadounidense más activo y directo en el proceso de negociación.

Hay quienes pueden argumentar que la actual división de tareas tiene sentido. El hecho de que Estados Unidos haya dicho que no descarta acciones militares podría incrementar el poder de negociación europeo.

En realidad no lo ha dicho tan directamente, sólo ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa. Pero, de facto, eso probablemente fortalezca a personas como Ahmadineyad, porque les permite apelar al nacionalismo de los iraníes y decir que Irán no negociará bajo amenazas. Finalmente, ¿cuán creíble es realmente la amenaza de bombardear plantas nucleares iraníes, cuando ello precipitaría una crisis mayor en el Golfo Pérsico, probablemente un dramático aumento del precio del petróleo, -que podría doblar al actual-, una crisis económica internacional, más inestabilidad en Irán y en Afganistán -donde los iraníes pueden causar serios problemas-, quizá también en el Líbano con Hizbollah, y tal vez golpes contra Israel? Entonces, ¿qué clase de amenaza es esa realmente?

¿Piensa entonces que la administración Bush no está considerando realmente la acción militar como una opción?

Puede que la considere una opción. Pero, si calcula con lucidez las acciones y reacciones que tal cosa podría precipitar, creo que la conclusión racional sería que no constituiría una línea de acción muy provechosa si provoca el efecto inverso, fusionando el nacionalismo árabe con el fundamentalismo islámico, cosa que ciertamente no facilitarían en absoluto el proceso de negociación.

Si Irán efectivamente tiene planes de construir armas nucleares, ¿bajo qué circunstancias podría estar dispuesto a abandonar tales proyectos?

En primer lugar, pienso que no es una conclusión evidente que ellos tengan planes de construir armas nucleares. Hay indicios de que buscan tener la capacidad de producirlas. Pero también es posible que hayan decidido asumir una postura como la de Japón, que tiene la capacidad de fabricar armas nucleares pero no las está produciendo. Hay otras complicaciones en algunos análisis de sus intenciones. Pero, aparte de eso, simplemente no sabemos cuán lejos están dispuestos a llegar porque no hemos tenido negociaciones serias no sólo en cuanto al problema nuclear sino en torno al problema relacionado que es el de las relaciones de seguridad entre Irán y Estados Unidos -o los temores de ambas partes-, los temas conflictivos en materias financieras, problemas de embargo como asuntos de seguridad regional que involucran a Irán, Irak y Afganistán. Estos asuntos son parte de un contexto de negociación más amplio. Pero, en el procedimiento actual tales asuntos no están contemplados porque, de hecho, las negociaciones son conducidas por tres países europeos con Irán, con China y Rusia al costado - a veces concordando, a veces en desacuerdo-. Estados Unidos negocia con sus aliados europeos, que entonces negocian con Irán.

¿Cómo sería el mundo si Irán tuviera armas nucleares?

Depende de qué tipo de Irán se trate. Yo no estoy a favor de la proliferación de armas nucleares y sería deseable evitarla. Pero ¿qué ocurre con Pakistán? ¿Qué tan estable es Pakistán comparado con Irán? ¿Qué probabilidades hay de que Pakistán se convierta en una democracia en los próximos 10 años, o de que Irán se vuelva más parecido a Turquía en los próximos 10 años?

¿Cree entonces que la disuasión surtirá efecto?

¿Funciona en el caso de Pakistán? Depende de cuán estable sea el gobierno paquistaní. Y nosotros sabemos que ha habido intentos de atentados. Yo diría que Irán es considerablemente más estable y predecible que Pakistán.

Ud. ha dicho que Irán podría utilizar su influencia en Irak para dificultar aún más la situación de las tropas estadounidenses. ¿Qué puede hacer Estados Unidos para mejorar la situación en Irak?

Básicamente he abogado por un programa de 4 puntos. Estados Unidos debería consultar con el gobierno iraquí y establecer un cronograma para la partida de los norteamericanos, quizá en el plazo de un año o algo así. Probablemente estarían de acuerdo aquellos líderes iraquíes que confían en poder gobernar. Los que se opondrían son aquellos que se irían cuando nosotros nos vayamos, lo cual dice algo sobre su capacidad de gobernar. En segundo término, una vez alcanzado un acuerdo con los iraquíes en torno a una posible fecha -digamos, un año a partir de ahora-, habría que anunciarlo en conjunto, como una decisión mancomunada. En tercer lugar, antes de la retirada, el gobierno iraquí convocaría a una conferencia a los estados musulmanes vecinos que tienen interés en la estabilidad de Irak, para que ayuden al gobierno de Bagdad a consolidarla. Y, finalmente, antes de la retirada, Estados Unidos convocaría a una conferencia de donantes para colaborar en la reconstrucción de Irak; algo un poco similar a la conferencia de Bonn para Afganistán.

¿Una retirada no debilitaría a Estados Unidos por años, o por décadas?

¿Por qué? Pienso que la presencia en Irak nos está debilitando. Es costosa en sangre, en dinero, en antagonismos internacionales, y no es una presencia suficientemente grande como para ser decisiva militarmente, pero sí lo suficientemente numerosa como para resultar militarmente contraproducente, en el sentido de que mantiene en marcha la violencia y moviliza más hostilidad contra Estados Unidos.

Una retirada podría reducir la credibilidad de futuras amenazas contra gobiernos...

¿Cree Ud. que la presente actuación incrementa la credibilidad?