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Irak se tiñe de rojo: serie de atentados deja 51 muertos

6 de agosto de 2013

Explosiones, coches bomba, tiroteos, ajusticiamientos callejeros… El gobierno habla de una “guerra abierta” desatada por la violencia sectaria.

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Imagen: Reuters

El despliegue de más policías y helicópteros en las ciudades de Irak no ha conseguido frenar la ola de violencia que afecta a ese país, que este martes (06.08.2013) dejó 51 muertos y más de un centenar de heridos, luego de una seguidilla de explosiones en distintos barrios de la capital, Bagdad, y otras ciudades.

Las medidas de seguridad, tomadas por el Ministerio del Interior para enfrentar una “guerra abierta” desatada por la violencia sectaria, no impidieron que calles abarrotadas se llenaran de muerte tras una rápida sucesión de explosiones que comenzó en una plaza en el centro de Bagdad, donde un autobomba estacionado estalló, matando a cinco personas e hiriendo a 18.

Poco después detonó otra bomba en el sur de la ciudad, en una calle comercial, rutina mortal que se repitió luego en los suburbios del norte de Bagdad. En la jornada se contaron a lo menos ocho carros bomba y otros explosivos en las carreteras, poco antes de que los iraquíes rompieran el ayuno por la fiesta del Ramadán, que está llegando a su fin.

Al Maliki no quiere fatuas

En tanto, en Sadr City, en el este de Bagdad, un policía de tránsito fue asesinado a disparos, y en un punto de control a 35 kilómetros al norte de la capital las fuerzas de seguridad mataron a un supuesto atacante suicida que conducía un camión en el que se hallaron 27 contenedores de explosivos. El material fue desactivado.

Otras diez personas murieron en un ataque nocturno en Baquba, en la provincia de Diyala. En toda la jornada, otras seis personas murieron en distintos incidentes, de acuerdo a reportes consignados por la agencia de noticias AFP. Por ejemplo, un hombre armado irrumpió en la casa de un policía, lo sacó a la calle y lo ejecutó allí. Explosiones en Fallujah y Khanagin dejaron otros tres muertos. La lista es dramática e interminable.

El primer ministro Nuri al-Maliki, contra quien se alzaron algunos grupos rebeldes a comienzos de 2013, dijo en un comunicado que “no dejaremos a nuestros niños a merced de estos asesinos y aquellos que se esconden tras ellos. Irak y los iraquíes no serán víctimas de las fatuas”, aseguró, en referencia a los llamados a combatir que realizan los extremistas.

DZC (Reuters, dpa, AFP)