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“Indignación legítima”

8 de abril de 2011

La prensa analiza el pedido de ayuda financiera de Portugal y los efectos que han tenido los paquetes de rescate para Grecia e Irlanda, así como la situación en la eurozona.

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Ahora Portugal, ¿España será la próxima?
Ahora Portugal, ¿España será la próxima?Imagen: picture alliance/dpa

La Marseillaise, de Marsella: “Después de Grecia e Irlanda, ahora le toca a Portugal. Esos países son víctimas de los altos intereses que les cobran las bolsas. Y las agencias de rating, totalmente dependientes de las especulaciones del mercado, les colocaron malas notas. Cuando a los países se los debilita de esa forma, no están ya en condiciones de sacar préstamos ni de devolverlos, a no ser que paguen intereses completamente absurdos. (…) Es legítimo indignarse de que la Unión Europea no tenga más ambición que tranquilizar a los mercados llenando las arcas vacías a costa de la gente.”


“Falta de solidaridad en la Unión Europea”

Die Welt, de Berlín: “No es comprensible que la Unión Europea deba ayudar a un país cuyos partidos no fueron capaces de ponerse de acuerdo en cuanto a las más mínimas medidas de ahorro. Antes de mendigar la ayuda de los contribuyentes de otros Estados de la UE, Lisboa debería haberse ocupado, en primer lugar, de hacer sus deberes. Desde ya es posible imaginar que, una vez se haya resuelto el paquete de rescate, los partidos portugueses harán responsable a la Unión Europea de la deuda que deben pagar. De ese modo no es posible lograr solidaridad dentro de la unión monetaria.”


“Hay que ser concisos y precisos”

Diário de Noticias, de Lisboa: “La etapa que se abre ahora por el pedido formal de asistencia financiera a la Unión Europea es, por muchos motivos, un ejercicio de exigencia y de consistencia política. (…) Guste o no, para abrir un ciclo de crecimiento económico virtuoso, el ahorro interno debe financiar la mayor parte de la inversión productiva; la balanza de bienes y servicios debe resultar en una fuerte reducción del déficit de cara a los valores de las últimas décadas; los gastos corrientes sin intereses deben estar alineados a las recetas fiscales y contributivas; y aquello que los portugueses gastan por año debe ser cubierto por lo que producen en doce meses. Es decir que no deben vivir por encima de sus posibilidades. Nada de eso es fácil ni sucederá automáticamente. Existen varios factores relativos a las medidas de política económica para llegar a esas metas. Este es el momento de ir en contra de las políticas ilusorias de los deseos sin base concretable, o las promesas populistas demagógicas. Para eso, hay que ser conciso y preciso en todo aquello que se ofrece a los electores. Para que ellos puedan volver a confiar en quien los va a gobernar en los próximos cuatro años.”


"Ola neoliberal devasta a Europa"

L'Humanité (periódico del Partido Comunista), París: “La clase política de la Unión Europea se comporta como los médicos de Molière, que quieren desangrar al paciente. París y Berlín le han negado a Lisboa todo tipo de ayuda. La semana próxima, los hombres del Fondo Monetario Internacional, del Banco Central Europeo y de la Comisión Europea aparecerán con todo un arsenal de medidas. Serán los mismos que empujaron a la economía griega a la recesión. También Irlanda se tambalea bajo los duros golpes que ha recibido. El continente europeo está siendo totalmente devastado por una ola neoliberal.”


“No se avizora solución para la eurozona”

Aftenposten, de Oslo: “El problema principal para la Unión Europea no es Portugal, cuya crisis era de esperar. El gran temor que reina en los mercados y en la clase política de la eurozona es, desde hace meses, que la crisis se amplíe hasta alcanzar a España y a otros centros del sistema bancario europeo. (…) Alemania y otros países del norte de Europa quieren evadirse de la responsabilidad por las deudas de los países del sur europeo, pero, al mismo tiempo, tienen miedo de las negociaciones que acarrea la deuda, ya que podrían resultar en graves pérdidas para sus propios bancos. (…) Todavía no se avizora una solución duradera para la crisis en la comunidad del euro.”

CP/dpa
Editor: Enrique López Magallón