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¿In dubio pro Guantánamo?

Mirra Banchón29 de marzo de 2007

El ex ministro alemán del Interior asume toda responsabilidad en el caso Kurnaz, el prisionero de Guantánamo a quien se le negó el reingreso al país. Había indicios de que era peligroso, recalca el ministro Steinmeier.

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Otto Schily, en la sesión del comité de investigación del Servicio de Inteligencia AlemánImagen: picture-alliance/ dpa

Ante el comité de investigación del Servicio de Inteligencia Alemán, el ex ministro alemán del Interior, Otto Schily, asumió enteramente la responsabilidad por "el caso Kurnaz'", como se denomina la triste historia del joven nacido en Bremen de origen turco, que fue detenido por fuerzas estadounidenses en Pakistán y luego trasladado y sometido al horror del centro de detención de Guantánamo.

Murat Kurnaz vor Untersuchungsausschuß
Murat Kurnaz, enero de 2007 saliendo de una sesión del comité de investigaciónImagen: AP

"El caso Kurnaz"

Kurnaz fue hecho prisionero en otoño de 2001 y a comienzos de 2002 a los servicios de inteligencia les quedó claro que el joven, en ese entonces de 18 años, no tenía relación con células terroristas. Después de cinco años de suplicio, el gobierno de la canciller Angela Merkel gestionó su salida del infierno caribeño y . En el 2002, no obstante, su liberación fue ofrecida al gobierno de Berlín; ésta es la versión de Amnistía Internacional, de la defensa de Kurnaz y de ciertos funcionarios estadounidenses. Una oferta de ese tipo nunca hubo, sostienen los responsables de aquel entonces, a la cabeza de los cuales se encuentra el actual ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, que en ese entonces dirigía el gabinete de exteriores.

Por ello -y debido a que existen documentos que prueban que Kurnaz pudo haber sido liberado de Guantánamo- se decidió someter el caso a investigación. Sea como fuere, cierto es que su retorno a Alemania fue impedido con diversas triquiñuelas: la cancelación de su permiso de estadía entre ellas. Kurnaz, que nació y creció en Bremen en una familia turca, no tiene pasaporte alemán.

Para el ministro Steinmeier el asunto era muy claro y afirma no ver en esa medida dureza alguna: Kurnaz era catalogado de peligroso y por ello debía volver a Turquía y no a Alemania. En su opinión, en aquellos duros tiempos, se trataba de conservar la brújula. Cualquier inculpación al gobierno anterior es infundada, recalcó ante el comité investigador.

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El ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier declara ante el comité investigador.Imagen: AP

Mea culpa sin consecuencia

El ex ministro Schilly defiende a capa y espada la acción del gobierno anterior: a pocas semanas de los dramáticos hechos del 11 de septiembre, el que un joven se decida a formarse religiosamente en una escuela coránica resultaba altamente sospechoso; "inofensivo no era", ha declarado Schilly añadiendo que existen indicios -no pruebas- de que Murat Kurnaz se encontraba de camino a Afganistán para formarse como terrorista. Era, entonces, la obligación de las autoridades de seguridad el bloquear cualquier peligro, por incipiente que fuera. Por ese motivo, en octubre del 2002, en la conferencia de seguridad se decidió negarle la entrada al país.

De más detalles no se acuerda este ex ministro, cuya trayectoria describe un amplio grado: de la defensa de terroristas de la RAF en los años setenta a una antológica dureza y radicalidad contra cualquier cosa o persona que pusiese en peligro la seguridad estatal, extranjeros entre ello. Debido a eso -y también porque en realidad ya no tiene nada que perder- asume toda la responsabilidad en este delicado asunto.

Los actores

En este cuadrilátero se encuentra por un lado Amnistía Internacional, que pide indemnización para Kurnaz porque se ha atentado flagrantemente contra los derechos humanos; en la otra esquina se tambalea la Ley y su máxima in dubio pro reo. El Estado alemán -tanto el anterior gobierno como el actual ministro de Exteriores- en la tercera esquina; y en la cuarta la ilegal, inhumana y controvertida cárcel de Guantánamo y la machacada lucha contra el terrorismo internacional.

Murat Kurnaz Bremer Taliban aus Guantanamo in die Türkei abgeschoben
Foto del pasaporte de Murat Kurnaz, 2001Imagen: dpa - Bildfunk

En el centro del cuadrilátero se encuentra un todavía maltrecho ex torturado de Guantámo, contra quien no existió prueba ninguna y por cuyos derechos ningún Estado quiso velar, ni el del país en el que nació, Alemania, ni el del que consta en su documento de identidad, Turquía.