Hollande, un año accidentado en la presidencia de Francia

Cuando está por cumplir un año en la jefatura del Gobierno francés, François Hollande dijo ante representantes de la prensa internacional que no lo desanima el hecho de que su gestión haya estado marcada hasta ahora por la desaceleración de la economía nacional y el descenso de su popularidad al 25 por ciento; la mayor caída para un presidente en más de medio siglo.

Caracterizado por un talante mucho menos agresivo que el de su predecesor, Nicolas Sarkozy, Hollande cuenta con que su quinquenio culminará con resultados satisfactorios, tanto para su partido como para los ciudadanos galos. Sus correligionarios en el resto de Europa también esperan que el balance de la administración Hollande mejore con el paso del tiempo.

A Peer Steinbrück, quien aspira a convertirse en el próximo canciller de Alemania, le convendría que el hombre fuerte de París fuera precisamente eso, un referente fuerte para la socialdemocracia en todo el bloque comunitario. Y los socialistas de España y Portugal acaban de unirse al partido de Hollande para crear un frente común contra la política de recortes de la UE.

Hollande prometió reactivar el titubeante sector industrial, frenar el crecimiento del desempleo y reducir el déficit fiscal, pero un obstáculo tras otro le ha impedido alcanzar casi todos sus objetivos económicos. “Tengo claro cuán seria es esta situación. Pero el presidente tiene el deber de mantener el curso y mirar más allá de la tormenta de hoy. Eso se llama perseverancia”, comentó Hollande.

dpa / Reuters