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Herencia del armamento nazi: peces con tumores

Nik Martin
17 de mayo de 2017

Investigadores alemanes descubrieron un alto índice de tumores en peces de aguas pocas profundas en el Mar Báltico, que podría estar relacionado con el armamento hundido a finales de la Segunda Guerra Mundial.

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Taucher mit Seemine
Imagen: picture-alliance/dpa/Kampfmittelräumdienst Baden-Württemberg

Investigadores alemanes descubrieron un 25 por ciento de incidencia de tumores en un tipo de lenguado que habita en una área del Mar Báltico cercana a la ciudad de Kiel, en el norte de Alemania.

 

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Estos creen que el incremento del cáncer en la especie, conocida como gallo común, podría estar relacionado con los 1,6 millones de toneladas estimadas de armamento que fueron hundidos en el fondo del Mar Báltico a finales de la Segunda Guerra Mundial.

Descubrimientos preocupantes

Los científicos del Instituto Thünen de Pesca Ecológica presentaron los resultados en una conferencia en la ciudad de Rostock esta semana. Coinciden en que el índice de tumores entre los peces gallo en aguas poco profundas es mucho mayor de lo que se pensaba en un principio.

Aunque antiguamente el gallo no era relevante para el comercio pesquero, la escasez del pescado tradicional, como el bacalao y la merluza, ha originado que aumente su popularidad.

Los científicos enfatizan que se trata de descubrimientos preliminares, pero que sí quieren advertir que como la munición continúa oxidándose y mezclándose con el hábitat marino, el impacto medioambiental de los vertidos de las armas de la era nazi es mucho mayor de lo que se estima.

Thomas Lang, director adjunto del Instituto Thünen, explica que solo se trata de "las especies locales de gallo”.

Gallo común.
El gallo es uno de los peces afectados en el Mar Báltico.Imagen: picture-alliance/blickwinkel/F. Hecker

En el mar por petición de los aliados

"Yo no recomendaría a la gente ir a nadar al Mar Báltico”, dice Diana S. Pyrikova, directora ejecutiva del Diálogo Internacional sobre Munición Subacuática (IDUM), cuya organización investiga armas globales desechadas durante más de una década.

Algunas sustancias químicas, que desprenden las viejas municiones, se depositan en el fondo del mar, como el TNT y armas químicas, los cuales se han relacionado con el cáncer.

Pyrikova está también preocupada por el consumo regular del pescado afectado, que podría conllevar al aumento progresivo de agentes cancerígenos y que finalmente podrían causar cáncer.

Otro grupo de investigadores de la Universidad de Kiel encontró altos niveles de TNT en los mejillones que crecieron alrededor de la munición oxidada en el Báltico, reportó la agencia de noticias alemana dpa.

A pesar de todo, el ministro de Medio Ambiente de la región de Schleswig-Holstein, Robert Habeck, insiste en que el armamento en el fondo marino no se puede considerar el único responsable de los tumores. La munición alemana fue hundida en el mar por orden de las fuerzas aliadas tras la victoria sobre Adolf Hitler en 1945. Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia también se deshicieron de grandes cantidades de armamento en sus costas.

Aunque la mayoría del arsenal alemán se trata de explosivos y munición de fuego, alrededor de 40.000 toneladas contienen químicos, incluyendo gas mostaza, fosgeno y arsénico.

Armamento bajo el mar.
Los vertidos tóxicos de armamento son absorbidos por ciertos peces en el Mar Báltico.Imagen: picture-alliance/Photoshot/Ocean Images

Cuidado dónde nadas y con lo que comes

Mientras que muchos investigadores están seguros de que las minas, bombas y proyectiles están sellados, otros advierten que debido a la corrosión, los vertidos de la munición se extienden por el suelo del mar y, por consiguiente, las sustancias químicas.

"Muchos de los gobiernos y militares creen que es económicamente mejor que el agua salada se encargue de disolver las sustancias químicas, pero no es cierto”, dice Pyrkova.

Desde la ONG IDUM advierten del riesgo de que solo quedan entre 25 y 30 años para extraer el armamento del mar, antes de que se corroa de tal manera que no pueda localizarse más. Y peor aún, las sustancias químicas permanecerían en el agua y en el sedimento del fondo marino.

Problema ignorado

Las nuevas tecnologías podrían reducir los efectos dañinos de las municiones sin que sea necesario extraer el armamento del mar. Pero para ello, se necesita una inversión sustancial por parte del Gobierno, que hasta ahora, parece mirar hacia otro lado, concluye Pyrikova.

En la actualidad, no existe ningún tratado que prohíba el desecho de armamento global. Hay reportes sobre algunas fuerzas militares que siguen llevando esto a la práctica.

IDUM está trabajando con el fin de organizar una conferencia en las Naciones Unidas para abordar el abandono de todos los tipos de municiones.

Nik Martin (RMR/DZC)