Millones de personas en todo el mundo siguieron con entusiasmo el Mundial de Fútbol. Pero más allá del deporte, esta cita es también un evento mediático global que mueve cantidades ingentes de dinero. La mayor parte de los beneficios van a parar a la FIFA. La selección alemana, en manos de su mánager Oliver Bierhoff, se ha convertido en una verdadera máquina de hacer dinero.