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Globos terráqueos, una invitación a soñar

29 de marzo de 2009

En los tiempos de Google Earth y GPS hay empresas de globos terráqueos que logran sobrevivir. Columbus es una de las más antiguas de Europa y celebra este año su centenario.

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Un globo Columbus en proceso de creación.Imagen: picture-alliance/ dpa/dpaweb

Los globos terráqueos parecen vestigios del pasado, pero precisamente por ello son tan cotizados. La empresa alemana Columbus es una de las fábricas de globos terráqueos más antiguas de Europa. Este año celebra su centésimo aniversario.

Su sede se encuentra en Krauchenwies, cerca de Stuttgart, en la región suaba de Baden-Württemberg. En sus talleres se han ensamblado miles de modelos de la Tierra que han ido cambiando con el tiempo en diseño y color.

“Siempre hay pedidos especiales”, cuenta Torsten Oestergaard, director de la factoría Columbus. “Cada cliente tiene sus preferencias individuales, y dependiendo de sus demandas, el producto será pintado o pulido de una forma determinada, incluyendo la madera deseada.”

Torsten Oestergaard Geschäftsführer Columbus Verlag
Torsten Oestergaard, director de la factoría Columbus.Imagen: picture-alliance/ dpa/dpaweb

Algunos modelos muy especiales tienen precios igual de especiales. “Fabricamos grandes esferas de cristal que cuestan varios miles de euros y que pueden alcanzar los dos metros de diámetro." Cerca de un centenar de ejemplares se exhiben en Columbus. Los precios oscilan entre los 30 y los 10.000 euros.

100.000 tierras cada año

Los diseñadores se encargan de hacer de la superficie de la Tierra una obra de arte. “No debe ser demasiado colorida, pero tampoco demasiado monótona. Tiene que haber un equilibrio”, explica Huber Möhrle, uno de los diseñadores de la firma. “Es importante que la tipografía y los colores se complementen y hagan buen conjunto: la caligrafía adecuada en combinación con los colores correctos. Esas son las claves para un hermoso globo.”

Sesenta empleados crean en este establecimiento hasta 1.300 globos al día, lo que suma más de 100.000 esferas al año. Aún cuando el diseño es el aspecto más importante, la precisión sigue siendo en Columbus igual de importante. Se presta especial atención en que las indicaciones en el globo sean actuales y exactas.

Globus Produktion Columbus Verlag
Taller de producción de globos terráqueos Columbus.Imagen: picture-alliance/ dpa/dpaweb

Invitación a soñar

Desde hace tiempo, Internet es capaz de mostrar los cambios geográficos de forma satisfactoria. No obstante el globo es un modelo de la tierra en miniatura, un habitante más en una casa, según afirma con orgullo Oestergaard: “No se pueden comparar los globos con un servidor de Internet. El globo es una compañía en el salón de una casa. Altivo, radiante, irradia con su luz un maravilloso ambiente por las noches, ofrece variedad y una ventana constante al mundo. Invita a planear viajes con amigos o verificar información ofrecida en la televisión.”

A tiempo para su cien aniversario Columbus presentó un modelo novedoso, el Duo-Alba, presenta el mar de color blanco, como el alba. "Cuando se enciende, el mar se vuelve azul, y se pueden observar las profundidades del mar y, en la zonas terrestres, las cordilleras montañosas”, describe Oestergaard.

Así pues, en la era de Internet, los globos siguen siendo un elemento muy apreciado y han logrado conquistar un lugar fijo en muchas salas de estar. No importa si se trata de un modelo sencillo, o de uno particular, todos los que poseen un globo terráqueo tienen la posibilidad de cargar al mundo en sus manos.

Autor: Katrin Thiedemann

Editor: Claudia Herrera Pahl