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G-8: Ayuda millonaria para el norte de África

27 de mayo de 2011

El G8 apoyará con una millonaria asistencia financiera a los Estados del norte del África en su camino hacia la democracia y la economía de mercado. Entretanto, la presión sobre Gadafi crece. También Rusia pide su salida

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Merkel y Medvédev en el encuentro del G8 en Deauville, FranciaImagen: dapd

El G8 quiere apoyar el cambio democrático en Túnez y Egipto. Ambos países recibirían en conjunto hasta el año 2013 unos 14 mil millones de euros a los que se añaden subsidios bilaterales. De gestionar la asistencia se encargaría el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, cuyo mandato deberá ser ampliado: no sólo Europa del Este sino también el norte del África sería su campo de acción. La canciller alemana, Angela Merkel, pisa el acelerador. “Se trata de concretizar lo antes posible la ayuda. Creo que necesitamos nuevas estructuras que sean eficientes para hacer avanzar lo que queremos que avance. Túnez ya cuenta con un plan económico claro, en el cual podríamos participar”, anunció Merkel. Los europeos protegen con ello sus propios intereses. En caso de que la economía en la región no se estabilice pronto, se temen grandes corrientes migratorias.

Depende en qué se emplee el dinero

¿Qué piensan al respecto las personas que, desde el Viejo Continente, apoyaron las revoluciones en esos países? Ragia Omran, abogada egipcia y especialista en derechos humanos opina que la ayuda es bienvenida si se enfoca claramente: “Como representante de la sociedad civil y activista no querría que la asistencia comenzase a llegar y que nadie supiese a dónde. Por ejemplo si se emplea en el ejército o si permite que el Gobierno siga como está, no la queremos. Quedan restos del viejo régimen que intentan oponerse a los principios y las ideas de esta revolución. Espero que el dinero no apoye al viejo sistema”.

G8-Gipfel Deauville
Un apretón de manos tras un encuentro bilateral Obama-SarkozyImagen: picture alliance/dpa

El líder libio se ha quedado solo

Si estaba solo ahora lo está más: también Rusia exige ahora la salida del jefe de Estado libio, Muamar al Gadafi. Dos meses después de iniciada la misión militar de la OTAN en Libia no se avizora el final del conflicto. El presidente Barack Obama dejó claro, después de un encuentro con bilateral con el anfitrión del encuentro, Nicolás Sarkozy, que Gadafi no se saldrá con la suya. “Estamos de acuerdo en que hemos hecho avances en nuestra misión en Libia pero nos queda claro que no cumpliremos el mandato de Naciones Unidas –proteger a la población civil- mientras Gadafi siga en Libia y envía a sus tropas a enfrentarse a su pueblo. Hemos decidido mancomunadamente llevar la misión a buen término”.

Por otro lado, un representante de Rusia –el más reservado en cuanto a la intervención militar- dejó entrever que su país optaría por hacer de intermediador.

Autor: Christoph Hasselbach/mb
Editora: Emilia Rojas