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Falleció el autor del gol que enmudeció al Maracaná

Daniel Martínez (ER)18 de julio de 2015

Alcides Ghiggia, el hombre que convirtió el silencio en parte integral de la historia del fútbol, ha muerto exactamente 65 años después de aquel día aciago en el que un gol suyo generó más lágrimas que cantos.

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Imagen: picture-alliance/AP Photo

En el diccionario del fútbol no hay muchas palabras cuya definición esté vinculada al sufrimiento y al dolor de un pueblo de una forma más estrecha que la que se encuentra bajo la M de “Maracanazo”.

El 16 de julio de 1950 al estadio de Río de Janeiro acudieron 203.849 aficionados brasileños para ver a la selección de su país, anfitriona del evento, convertirse en campeona del mundo. No se trataba de una esperanza o una ilusión; la obtención del título era más bien una certeza.

El rival, Uruguay, tenía un punto de desventaja. A los dueños de casa les bastaba un empate para alzarse con la Copa, resultado que hasta el minuto 80 del partido alcanzaban. En el Maracaná, a 10 minutos de escucharse el pitazo final, la alegría era indescriptible, y la fiesta de celebración amenazaba con tomar ribetes de carnaval y extenderse durante días, semanas, quizás meses…

Paso a la inmortalidad

Pero entonces llegó el momento que hizo de un jugador común y corriente un futbolista inmortal, y no solo para la historia del balompié uruguayo. Alcides Ghiggia corrió por la banda derecha y cuando se acercó al arco rival, sin levantar la cabeza, sacó un disparo que ingresó a la red y se quedó clavado para la eternidad en los corazones de los brasileños.

La bulla del Maracaná se hizo silencio. El gol del 2-1 a favor de Uruguay no lo cantó nadie en el estadio. Los relatores de la radio brasileña detuvieron incluso la transmisión, y el drama se apoderó de todo el país. A la historia del fútbol ingresó un capítulo que es sinónimo de tragedia, uno protagonizado por un enorme silencio que solo fue roto por el llanto colectivo.

Años más tarde el propio autor del gol se envanecería diciendo que solo tres personas lograron enmudecer el Estadio Maracaná: “El Papa, Frank Sinatra, y yo”. Ghiggia, un futbolista que jugó pocos partidos con el uniforme de Uruguay (apenas 12), se ganó un lugar muy particular en la historia de su país pese a haber defendido después durante otro sinnúmero de oportunidades los colores de Italia, su madre patria.

El "Maracanazo" no le pesó a Alcides Ghiggia (foto de 2009).
El "Maracanazo" no le pesó a Alcides Ghiggia (foto de 2009).Imagen: Getty Images/AFP/V. Almeida

La huella del "Maracanazo"

Alcides Ghiggia jugó con varios de los clubes más importantes de sus dos países. En Italia, en Roma y Milán. En Uruguay, para Peñarol y Danubio. Su carrera, sin embargo, quedó marcada por su protagonismo en el “Maracanazo”, algo que para él nunca fue una carga.

Muy por el contrario, Ghiggia asumió con bastante pundonor y orgullo su papel de “ídolo viviente” del fútbol mundial. Esa condición, sumada a su decisión de no esquivar las apariciones públicas, lo mantuvo presente en la memoria colectiva.

Por eso en Uruguay se han declarado tres días de duelo en honor a un hombre al que un ataque cardiaco le arrancó la vida a la edad de 88 años exactamente en la misma fecha en la que se cumplían 65 años del “Maracanazo”. Sobre él, el jugador cuyo gol calló un estadio y puso a llorar a una nación, el expresidente uruguayo José Mujica dijo: “su nombre es imborrable porque su hazaña es la mayor que se pueda haber escrito alguna vez”.