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Cadena perpetua para ex líder regional chino Bo Xilai

22 de septiembre de 2013

Bo, de 64 años, quien protagonizó el mes pasado el juicio más destacado en el país en décadas, rechazó los cargos y aún puede apelar el fallo.

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Bo era un poderoso dirigente regional, de carácter populista y con apoyo del ala más a la izquierda del Partido Comunista.
Bo era un poderoso dirigente regional, de carácter populista y con apoyo del ala más a la izquierda del Partido Comunista.Imagen: picture-alliance/dpa

El ex líder regional Bo Xilai fue declarado culpable de todos los cargos que se le imputaban -corrupción, malversación de fondos y abuso de poder- y condenado a cadena perpetua por una corte de la ciudad de Jinan, en el este de China, informó la agencia estatal china Xinhua.

En el proceso realizado el mes pasado, Bo, de 64 años y quien protagonizó el juicio más destacado en el país en décadas, rechazó los cargos. Analistas y seguidores de Bo sostienen que el juicio tenía motivaciones políticas. Mientras, el Partido Comunista espera que con la declaratoria de culpabilidad se pueda cerrar el mayor escándalo de la historia reciente de China.

Reacciones, fallo apelable

En los medios estatales, los comentaristas calificaron la dura condena como una prueba de la decisión del gobierno de luchar contra la corrupción de "tigres y de moscas", o sea, tanto de los funcionarios modestos como de poderosos.

Durante los cinco días de juicio el mes pasado, el ex jefe de partido en Chongqing, una metrópolis de 30 millones de habitantes, defendió con energía su inocencia. La televisión estatal señaló por ello que es "muy probable" que Bo apele la sentencia en los próximos diez días. Sin embargo, las posibilidades de que la siguiente instancia modifique el veredicto contra él son "muy, muy escasas", opina el profesor de derecho Li Zhaojie, de la Universidad de Tsinghua.

El proceso fue criticado por activistas de derechos humanos. "Fue un juicio de fachada", afirmó Nicholas Bequelin, de Human Rights Watch. "No cumplió siguiera con los mínimos estándares de un proceso adecuado" y no se reveló la verdad sobre el abuso de poder de Bo, consideró. Bequelin recordó las "brutales campañas contra el crimen organizado" llevadas a cabo por Bo y su jefe de policía, Wang Lijun, así como "las detenciones arbitrarias, torturas y secuestros". Lo único que acabó con todo aquello fue el enfrentamiento personal que se produjo entre Bo y Wang, señaló.

Sin pena de muerte, pero con esposa en contra

Bo era un poderoso dirigente regional, de carácter populista y con mucho apoyo entre el ala más a la izquierda del Partido Comunista. Era considerado un firme candidato para puestos de máxima importancia hasta que fue defenestrado en marzo de 2012, después de que Wang Lijun, hasta entonces un estrecho aliado suyo, revelara que la mujer de Bo había matado a un ciudadano extranjero.

La esposa de Bo, Gu Kailai, fue condenada a la pena de muerte en suspenso el año pasado tras ser hallada culpable del asesinato de Neil Heywood, un amigo británico de la familia. Bo fue acusado de tratar de encubrir este crimen y de aceptar diversos sobornos, por un monto de unos 4,4 millones de dólares (3,3 millones de euros).

Bo Xilai es condenado a cadena perpetua

Durante el juicio, Gu declaró en contra de su marido, pero Bo Xilai aseguró que lo hizo solamente para ver reducida su condena, que no sabía nada del asesinato y que fue ella quien recibió el dinero a cambio de prebendas.

El carismático Bo Xilai es hijo del veterano de la revolución Bo Yibo, que formaba parte de los "ocho inmortales" del partido. Debido a su política social y sus "campañas rojas" en Chongqing, Bo Xilai sigue siendo muy popular incluso hoy. La ley preveía en su caso también una condena a muerte, pero los observadores lo habían descartado desde el principio debido a su pertenencia a una familia tan destacada.

Lo más probable es que el ex dirigente sea encerrado en la cárcel de Qincheng en Pekín, destinada a presos influyentes. Su padre ya estuvo allí durante la Revolución Cultural (1966-76). Sin embargo, más tarde fue rehabilitado y volvió a situarse en el pequeño círculo de poder del partido en torno al arquitecto de las reformas Deng Xiaoping. Bo Yibo murió en 2007, a los 98 años.

rml (dpa, efe, reuters)