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Esto apenas comienza

DW WORLD1 de octubre de 2008

La gran crisis por la que atraviesan las finanzas internacionales puede transformarse en una depresión, si no se toman medidas drásticas y claras, dice la prensa.

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Angustia en Wall Street..Imagen: AP

El periódico parisimo Liberation opina sobre las repercusiones locales de la crisis financiera internacional y pide medidas drásticas: “Algunos prominentes intentan contagiar tranquilidad al alabar la seguridad del sistema financiera francés. Pero si nuestros bancos son tan sólidos, ¿por qué se niegan a otorgarse créditos mutuamente? La verdad es que esta irresponsabilidad ha destruido por completo el bien supremo del mundo financiero: la confianza. Y resulta que el fuego deberá ser apagado con dinero público, como en Estados Unidos. Para salvar a los bancos, el contribuyente deberá pagar. Y dado que ello es imprescindible para que no se vea amenazada la economía en general, las modalidades deberán ser lo menos injustas posible. Lo más adecuado es la estatización.”

Una era termina

Desde Budapest, el diario Magyar Nemzet hace las siguientes consideraciones: “El principio de no intervención ha fracasado. Ahora, el supuestamente todopoderoso mercado autorregulador debe ser salvado por el Estado, con dinero del fisco. Una era termina. Los mecanismos de control de las entidades crediticias, los irresponsables directores de bancos y los especuladores con bienes raíces no eran más que castillos en el aire.”

Juego de inculpaciones

En Roma, el diario La Repubblica dice: “¿Por quién tocan las campanas de Wall Street? ¿Por el agitado y confundido McCain, que baja y baja en las encuestas? ¿Por el indiferente y un tanto distanciado Obama, que hace lo posible por defender su ventaja? Washington se encuentra totalmente abatido por el comportamiento irresponsable del Congreso, que actúa contra Bush. Ahora comienza el juego de las inculpaciones. Es un espectáculo que se da una y otra vez en la política cuando alguien trata de pasar el fósforo encendido de los errores propios a las manos del enemigo.”

Ganar tiempo

The Independent, desde Londres, analiza el tema de este modo: “La propuesta de ley que fue rechazada por la Cámara de Representantes no era en modo alguno perfecta. Pese a algunas mejorías logradas a través de negociaciones intensas, la iniciativa dotaba de un poder desproporcionado a un solo hombre: el ministro de Finanzas. En ocasiones, la política consiste en elegir la menos mala de las opciones. Una reforma a la propuesta podría servir para ganar tiempo hasta que el nuevo presidente entre en funciones, el próximo 20 de enero. Esto es quizá digno de crítica, pero resulta mucho mejor que esparcir los daños al resto de la economía, con lo cual la gran crisis se transformaría en una gran depresión. Aún cuando al elector no le guste, las secuelas de la crisis financiera pueden tomar dimensiones incontrolables si no hay una acción por parte del Congreso.”

Salvar al contribuyente

Finalmente, el diario holandés De Telegraaf hace la siguiente evaluación: “La confianza en los bancos debe ser restablecida a través de señales claras de los jefes de Estado de Europa, pese a la precaria situación de algunas instituciones financieras. Pero gestos como el del primer ministro Balkenende, que desea recuperar cuanto antes la estabilidad de los mercados financieros, no significan que la solución sea abrir permanentemente el grifo de las arcas públicas. No puede pretenderse que el contribuyente pague ilimitadamente por los errores de la comunidad financiera.”