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Pero la pesca por la vía legal también es un problema, cuando este pez es capturado por buques españoles de arrastre y bajo el encargo de la bandera nipona. Los japoneses son los dueños absolutos del mercado del atún; encabezando el monopolio está el fabricante de automóviles Mitsubishi, el mayor comerciante del mundo de atún rojo. En el punto de mira de los activistas están sobre todo las flotas de captura industriales que pescan también bajo encargo japonés. Estas flotas despliegan sus redes sobre grandes superficies marinas y utilizan los satélites más sofisticados para capturar hasta el último banco de atún.