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En su visita a Libia, Ban-Ki Moon insta a la reconciliación

11 de octubre de 2014

El secretario general de la ONU hizo un llamamiento al diálogo a las milicias y bloques políticos rivales en Libia, durante una visita sorpresa a la convulsa capital del país, Trípoli. Mientras, los combates continúan.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Ban pidió a las partes en conflicto que restablezcan la seguridad en Libia. El secretario general de la ONU se dirigirá además a los diputados que fueron elegidos en las elecciones parlamentarias en junio y que sesionan en Tobruk, en el este del país, pero también a los miembros que han estado boicoteando las sesiones de ese parlamento.

Los boicoteadores simpatizan con la milicia Fayr, una alianza de milicias islamistas y locales que ha tomado el control de Trípoli e instalado un gobierno rival. La ONU organizó un encuentro inicial entre los diputados del parlamento basado en Tobruk y quienes lo boicotean el pasado septiembre y señaló que el proceso continuaría tras la fiesta musulmana del Sacrificio, que ha concluido recientemente. El encuentro fue posible gracias a los esfuerzos del enviado especial de la ONU al país, Bernardino León. Miembros de Fayr ya rechazaron el proceso diálogo, en el que su alianza no está representada.

Prosiguen los combates

Durante la visita de Moon, al menos quince personas murieron, entre civiles y milicianos, y 26 más están heridas, tras los violentos combates por el control de la ciudad de Kikla, en la zona bereber libia del Yebel Nafusa (unos 120 kilómetros al sur de Trípoli).

Mientras tanto en Bengasi, en el este del país, sigue habiendo combates entre las milicias islamistas y las fuerzas leales al general retirado Jalifa Haftar, alineado con el parlamento de Tobruk. Desde que fuera derrocado el líder libio Muamar al Gadafi en 2011, numerosas milicias en el país se disputan el poder. Debido a la creciente escalada del conflicto, numerosos países han retirado a sus diplomáticos.

Diversas potencias occidentales y los vecinos de Libia temen que el país del norte de África se convierta en un Estado fallido, mientras que exrebeldes que ayudaron a derrocar a Muammar Gaddafi en el 2011 luchan por el control y una participación en las vastas reservas petroleras. Hace dos semanas, la ONU inició un diálogo para intentar acabar con los enfrentamientos entre las milicias. Las conversaciones, sostenidas en una ciudad del sur, no incluyeron a facciones armadas de Misrata ni a la milicia rival aliada a la ciudad occidental de Zintan, que se enfrentaron a fuerzas de Misrata en Trípoli durante más de un mes en el verano boreal.

Los diplomáticos esperan que, dado que los miembros de Misrata en la Cámara de Representantes están indirectamente vinculados al Parlamento rival en Trípoli, las conversaciones puedan conducir a un diálogo político más amplio.

MS (dpa/rtrla)