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El voto en el exterior, ¿clave para EE. UU.?

Si las elecciones presidenciales de 2016 en EE. UU. se deciden por un margen estrecho, el voto de los estadounidenses en el exterior podría ser decisivo. Especialmente el voto demócrata.

Uno de los aspectos de una campaña que ha estado llena de novedades es el gran esfuerzo de los demócratas por conquistar a los votantes que residen permanentemente fuera de los Estados Unidos. El Departamento de Estado de EE. UU. calcula que unos nueve millones de estadounidenses viven fuera del país, y demócratas prominentes como Elizabeth Warren y Howard Dean tratan de conquistarlos directamente a través de organizaciones como Demócratas en el Extranjero.

Alemania ha sido uno de los focos de estos esfuerzos. Junto con Londres, Berlín fue uno de los lugares donde la organización Avvaz optó por lanzar una aplicación de registro de votantes explícitamente dirigida a frenar al candidato republicano Donald Trump. Los exactivistas demócratas confían en que este año se escucharán las voces estadounidenses en el extranjero.

"Ahora, más que nunca, los votos de los estadounidenses que viven en el extranjero, como yo -y somos casi nueve millones - van a marcar una diferencia en estas elecciones", dijo la presidenta de la sede berlinesa de los Demócratas en el Extranjero, Gwendolyn Lynch, a Deutsche Welle, en el apogeo de la campaña. "Incluso para aquellos que quizás no votaron por los demócratas en años pasados, la de este año es realmente una elección muy especial. Creo que la gente está haciendo una elección inteligente con su voto".

El Programa de EE. UU. de Asistencia al Votante estima el número de estadounidenses que están calificados para votar y que viven en el extranjero en 5,7 millones. Eso ha llevado a los activistas y a algunos periodistas a llamarlos el "estado número 51".

Pero los votos de los emigrados se reparten entre los cincuenta Estados de los Estados Unidos, por lo que su influencia política en general es limitada. Eso es verdad también para los 111.000 estadounidenses que vivieron en Alemania en 2015. "Los votos de ultramar son demasiado pocos como para influir en el resultado del voto presidencial en todas las elecciones, excepto en las que se prevé que habrá un margen estrecho", dijo a Deutsche Welle Mark Kayser, profesor de ciencias políticas en la Hertie School of Governance de Berlín.

Sin embargo, estas elecciones son inusuales en varios aspectos. Y un ejemplo de la historia reciente sugiere que los votos emitidos desde el extranjero podrían ayudar a determinar quién será el próximo presidente de Estados Unidos.

Números pequeños, pero gran diferencia

Bush vs. Gore: los votos de los emigrados estadounidenses fueron decisivos para las elecciones de 2000.
Bush vs. Gore: los votos de los emigrados estadounidenses fueron decisivos para las elecciones de 2000.null Henny Ray Abrams/AFP/dpa/picture alliance

Algo que podrían hacer los votos demócratas de los emigrantes en general es compensar los votos del personal militar estadounidenses que presta servicio en el extranjero. Ese grupo, de hecho, marcó una diferencia clave en las elecciones presidenciales hace 16 años. "La votación en Florida en las elecciones presidenciales del año 2000 fue un caso raro en el que sí importaron", dijo Kayser. "Dado que una gran proporción de los votos en el extranjero son de los militares que apoyan, en general, a los republicanos, los votos en el extranjero ayudaron a George W. Bush".

Bush ganó en el estado de Florida por solo 537 votos sobre Al Gore, lo que lo catapultó hacia la victoria en el Colegio Electoral. El periódico The New York Times concluyó más tarde que los votos emitidos desde el exterior marcaron la diferencia en ese resultado.

Los primeros resultados desde el extranjero

A juzgar por el tamaño y el número de eventos electorales que se celebran desde Berlín hasta Melbourne, Australia, los demócratas tienen una ventaja clara entre los estadounidenses no militares que viven en el extranjero. La organización Demócratas en el Extranjero tiene más miembros que su equivalente conservadora, Republicanos en el Extranjero.

No será sino hasta bastante después de las elecciones, en el mejor de los casos, que podamos saber si los esfuerzos de los demócratas para obtener los votos en el extranjero marcaron la diferencia en la elección del próximo presidente de los Estados Unidos.

Hubo, sin embargo, algunas cifras provenientes de Israel en la mañana del 8 de noviembre. La organización iVote, que llevó a cabo una "encuesta final" de emigrados estadounidenses en ese país, concluyó que votaron por Trump por un margen del 49 por ciento frente aun 44 por ciento para Clinton.

Eso es en realidad una mala noticia para Trump, ya que los expatriados estadounidenses en Israel tradicionalmente son muy conservadores. Los dos predecesores de Trump como nominados republicanos, John McCain y Mitt Romney, obtuvieron 76 y 85 por ciento de los votos, respectivamente.

Autor: Jefferson Chase (CP/ PK)