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Enjuician a traficante de armas

11 de octubre de 2011

Comienza en Nueva York el juicio a Viktor Bout, presunto traficante de armas en diversas zonas de conflicto de todo el mundo, atrapado por intentar vender misiles a supuestos agentes de las FARC.

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El presunto traficante de armas Viktor Bout está a disposición de la Justicia estadounidense.
El presunto traficante de armas Viktor Bout está a disposición de la Justicia estadounidense.Imagen: picture alliance/dpa

El Gobierno estadounidense considera que Viktor Bout es uno de los mayores traficantes de armas del mundo que llevó a cabo negocios con Al Qaeda y los talibanes. Pero la Justicia de EE. UU acusa ahora formalmente a Bout, un ciudadano ruso de 44 años, de homicidio premeditado a ciudadanos estadounidenses y apoyo a una organización terrorista.

Cayó en la trampa por misiles para las FARC

Viktor Bout pudo ser aprehendido por la Justicia de EE. UU. en 2008, cuando intentó vender misiles a agentes secretos que se hicieron pasar por guerrilleros de las FARC. Luego de dos años y medio de disputas, el Gobierno de Tailandia accedió, en noviembre de 2010, a extraditar a Bout a EE. UU., donde se encuentra en prisión preventiva.

Bout, que algunas veces dice haber llegado al mundo en Dushanbe, Tayikistán, y otras en Ashgabad, Turkmenistán, comandaba una red internacional de cientos de personas dedicadas a vender armas allí donde hubiera conflictos, incluso en lugares donde regían embargos de armas. Cuanto más estrictos eran los controles, más alto era el precio que exigía Bout por sus servicios.

Red global de venta de armamento

Bout abastecía con armas tanto a los rebeldes como a ejércitos de niños-soldados o a terroristas. El recientemente asesinado ex presidente afgano Burhanuddin Rabbani, quien fuera más tarde líder de la Alianza del Norte, era uno de sus mejores clientes. Sus contactos en ese país, ocupado por los soviets hasta 1989, no eran casuales. Kathy Austin, directora del “Conflict Awareness Project”, es experta en comercio internacional de armas y siguió durante años la carrera de Viktor Bout. “Al finalizar la guerra fría, los gobiernos vendieron sus aviones, conexiones y logística a comerciantes de armas privados. A partir de allí, los vendedores de armas privados se convirtieron en empresarios de guerra”, dice Austin. Y agrega que lograron construir verdaderos imperios vendiendo armas, municiones y todo tipo de apoyo militarizado a países y a organizaciones, entre ellas, a grupos terroristas.

El ruso Viktor Bout fue extraditado por las autoridades de Tailandia.
El ruso Viktor Bout fue extraditado por las autoridades de Tailandia.Imagen: AP

Comerciante de la muerte con flotilla privada

Podría decirse que la biografía de Bout lo había predestinado a toparse con un nicho de mercado: el de la venta ilegal de armamento. Su familia era rusa, y Bout se recibió en la escuela militar, sirviendo hasta 1991 en un regimiento de la Fuerza Aérea soviética. Durante ese período se desempeñó en la guerra civil que asoló a Mozambique. Sus excelentes contactos con los militares y con los servicios secretos le permitieron traficar armas también a Angola, Sierra Leone y, más tarde, a la República del Congo.

Nicolas Cage en el papel de Viktor Bout, en "El señor de la guerra".
Nicolas Cage en el papel de Viktor Bout, en "El señor de la guerra".Imagen: picture-alliance/dpa

Hollywood inmortalizó a Bout con el film “El señor de la guerra” (2005), protagonizada por Nicolas Cage en el papel del traficante de armas que supo dirigir sus negocios desde las sombras. En un principio se dedicó a comerciar con flores sudafricanas, pero pronto comenzó a colocar su flotilla de antiguos aviones Antonov al servicio de redituables negocios con armamento. Además, contaba con toda una red de comerciantes, pilotos, empresas de transporte y empleados públicos corruptos para transportar sus pesadas maquinarias de guerra a los territorios en conflicto. Se especula también con que poseía protección de la KGB.

La fiscalía estadounidense enfoca su acusación en las ventas de armamento a las FARC colombianas. Los testigos principales contra Bout son un ex colega y un piloto que transportó armas a Angola en su nombre. Además, la Justicia de EE. UU. cuenta con protocolos de grabaciones hechas durante las investigaciones en Tailandia que se utilizarán como prueba. Kathy Austin piensa que la acusación está bien preparada. “Hay una gran cantidad de pruebas que demuestran que Viktor Bout no sólo tenía la intención, sino que también contaba con las posibilidades de vender ese armamento a las FARC, una agrupación que figura en EE. UU. en la lista de organizaciones terroristas”, señala la experta.



Guerra civil en Angola (1993).
Guerra civil en Angola (1993).Imagen: dpa

Controles internacionales al tráfico de armas

Entretanto, Viktor Bout admite que vendió fusiles y misiles, ya que, según él, “no son las armas las que matan, sino las personas que las usan”. También suele señalar que incluso el Pentágono hizo negocios con él, y el último fue durante la guerra de Irak.

El proceso contra Bout, que se lleva a cabo en Manhattan bajo estrictas medidas de seguridad, podría echar luz sobre las siniestras prácticas, ya establecidas, del tráfico internacional de armas. Un tema que, según Scott Stedjan, experto en seguridad de la organización no gubernamental de derechos humanos Oxfam, tiene que estar sometido a severos controles por medio de un tratado internacional. “Algunos países no cuentan siquiera con un mínimo control de tráfico de armamento. Hay algunos Estados en los que las empresas de carga, que transportan armas, ni siquiera tienen que estar registradas”, subraya Stedjan.

Son esos países los que facilitan el comercio ilegal de armas, ya que son utilizados como “atajos”, dificultando la tarea de aquellos países que poseen leyes de armamento y podrían llevar al estrado a quienes hayan cometido ese delito en sus respectivos territorios, concluye el experto de Oxfam. Su ONG exige la creación de una normativa internacional vinculante para poner coto a todo tipo de negociado con armas, como lo prescribe hace años la Agenda de las Naciones Unidas. El proceso a Viktor Bout podría prestar dinámica a la concreción de ese objetivo.

Autor: Daniel Scheschkewitz/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López