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El cáncer, enemigo número dos de los niños

Gudrun Heise
15 de febrero de 2018

La mayoría de los niños que mueren en Alemania pierde la vida en accidentes de tránsito; la segunda causa de defunción es el cáncer. El centro KiTZ abrió sus puertas en Heidelberg para tratar sus casos más efectivamente.

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Symbolbild Kinderkrebs
Imagen: picture-alliance/dpa

Kristian Pajtler, experto en oncología pediátrica, trabaja en KiTZ, un instituto para el tratamiento de niños y jóvenes con tumores auspiciado por el Hospital Clínico Universitario de Heidelberg y el Centro Alemán para la Investigación del Cáncer (DKFZ), con sede en la misma ciudad de Baden-Wurtemberg. DW habló con el especialista para saber qué esperanzas les ofrece a los pacientes esta nueva dependencia del Centro Nacional para las Enfermedades Tumorales (NCT) de Heidelberg.

Deutsche Welle: Dr. Pajtler, ¿qué puede hacer KiTZ para que el cáncer deje de ser la segunda causa de muerte de niños y jóvenes en Alemania?

Kristian Pajtler: La meta es que este centro de estudios oncológicos nos permita aumentar y mejorar las posibilidades de tratamiento concentrando bajo un solo techo las labores de investigación, diagnóstico y terapia. Eso contribuirá a que los conocimientos adquiridos lleguen más rápidamente a la clínica y viceversa, a que las experiencias documentadas en la clínica generen más conocimiento. A los afectados podemos brindarles acceso a terapias muy modernas y estudios clínicos recientes en las áreas de neurocirugía, cirugía pediátrica, radiología y radioterapia. También ofrecemos servicios de psicooncología y trabajo social. El nuestro es un equipo interdisciplinario muy grande y eso nos permite atender todos los aspectos de esta enfermedad.

Dr. Kristian Pajtler
Kristian Pajtler, experto en oncología pediátrica del KiTZ, con sede en Heidelberg.Imagen: Philipp Benjamin/KiTZ

¿Ofrecen sus tratamientos alguna garantía de éxito?

Al contrario de lo que ocurre en la atención médica para adultos, los índices de curación entre niños y jóvenes son relativamente altos; giran en torno al 80 por ciento.

Dr. Pajtler, usted se especializa en el tratamiento de ependimomas y este año fue premiado con 100.000 dólares por la Fundación CERN, una red para la investigación colaborativa de ese tipo de tumores con sede en la ciudad estaodunidense de Zionsville. Díganos, por favor, qué tan peligrosos son los ependimomas y con qué frecuencia se presentan entre niños y jóvenes.

Los ependimomas son un grupo de tumores que pueden aparecer en el cerebro, el canal medular y la zona de la médula espinal tanto de niños como de adultos. Los ependimomas constituyen el 10 por ciento de las enfermedades tumorales padecidas por los menores. Lo llamativo de esta clase de tumores es que son relativamente resistentes a la quimioterapia; eso nos pone a los médicos contra la pared muy rápidamente. El problema es que los ependimomas pueden reaparecer –hasta diez veces, en algunos casos, en cuestión de meses o años– y no es conveniente someter al cuerpo humano a tantas radioterapias. Eso quiere decir que las terapias tienen un alcance limitado.

No extrañaría que algunos asuman el diagnóstico de ependimomas como una sentencia de muerte…

En principio, y por fortuna, ese no es el caso. Lo bueno de la oncología pediátrica es que incluso tumores como los ependimomas no son necesariamente fatales. En algunos casos sí, pero esos son muy raros. Más del 90 por ciento de todos los pacientes en este ámbito reciben tratamientos claramente estandarizados. No obstante, grupos de neurocirujanos y radioterapeutas están desarrollando nuevos conceptos. Cuando un neurocirujano consigue retirar por completo un tumor, es posible que el niño no sufra recaídas nunca más. A largo plazo, las posibilidades de supervivencia giran en torno al 75 por ciento. Ese es un porcentaje muy alto. En lo que respecta a los tumores más agresivos, las posibilidades de supervivencia descienden a un 40 por ciento.

Gudrun Heise (ERC)