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Huelga prohibida

28 de febrero de 2012

Los operarios de la torre de control del aeropuerto de Fráncfort no podrán solidarizarse con sus compañeros de tierra suspendiendo por seis horas su labor. Así lo decidió el Tribunal de Trabajo de la ciudad alemana.

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Lufthansa tuvo que suspender vuelos internacionales en previsión de un posible paro.
Lufthansa tuvo que suspender vuelos internacionales en previsión de un posible paro.Imagen: dapd

La Sala les quiso dar primero la oportunidad de que llegaran a un acuerdo extrajudicial. De las 5:00 a las 11:00 de este miércoles (29.02.2012), hora centroeuropea, había llamado el sindicato de seguridad aérea alemán GdF a todos sus operarios a la huelga. Eso incluía a los controladores de la torre, claves para el tráfico de aviones en el mayor aeropuerto de Alemania y uno de los más grandes de Europa, que iban a ser movilizados en solidaridad con sus compañeros de tierra.

Ilegal, se quejaron el operador Fraport, la aerolínea Lufthansa y la compañía de seguridad aérea DFS, y llevaron el caso ante el juez por procedimiento de urgencia. Ya que las partes no consiguieron arreglar sus diferencias negociando, el Tribunal de Trabajo de Fráncfort tuvo que pronunciarse y lo hizo prohibiendo el paro convocado. El personal en las alturas tendrá que permanecer en sus puestos. A ras de suelo la batalla laboral continúa hasta el jueves.

Un golpe de fuerza

Piden aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo, y eso desde hace días. El miércoles de la semana pasada (22.02.2012) interrumpieron su huelga antes de lo previsto porque Fraport les había hecho llegar una oferta de diálogo. Decepcionados, el sábado la reanudaban. Con su protesta han provocado la suspensión de miles de vuelos y numerosos retrasos, pero el domingo Lufthansa aseguraba que el 80 por ciento de sus despegues y aterrizajes se llevaba a cabo regularmente.

La torre de control en el aeropuerto de Fráncfort del Meno.
La torre de control en el aeropuerto de Fráncfort del Meno.Imagen: dapd

Los 200 controladores de tierra del aeropuerto de Fráncfort necesitaban dar un golpe de fuerza. Èsa iba a ser la solidaridad de sus colegas de la torre de control. “No planeamos boicotear toda Alemania, no es eso lo que queremos”, aseguraba el portavoz de GdF, Matthias Maas. Sin embargo, “una huelga de controladores en la torre tendría consecuencias gravísimas no sólo para Alemania, sino más allá de nuestras fronteras”, declaraba el ministro germano de Transporte, Peter Ramsauer, quien llamaba a todas las partes y en especial al sindicato a “estar a la altura de sus responsabilidades”.

Las secuelas del conato

El martes por la tarde, el tráfico aéreo mostraba ya síntomas de afección por la amenaza de huelga. La compañía de seguridad aérea DFS había informado a las aerolíneas de la posibilidad de que entre las 5:00 y las 11:00 del día siguiente Fráncfort Internacional estuviera fuera de servicio. Aunque el pleito aún no se había resuelto, los vuelos de larga distancia debían ser puestos al tanto antes del despegue. También Lufthansa se veía obligada a suspender o retrasar 60 conexiones intercontinentales.

Los controladores de tierra continuarán con la huelga.
Los controladores de tierra continuarán con la huelga.Imagen: dapd

Al final, el tribunal consideró “desmesurada” la medida propuesta por el sindicato. En el último minuto evitó este clave aeropuerto la paralización total. Las próximas horas tendrá que solventar aún las secuelas del conato de huelga, y en los próximos días el paro de los controladores de tierra, cuyas acciones sí prosiguen.

LB/ dpa/ afpd/ rtrd

Editor: Emilia Rojas Sasse