Dialogo entre sordomudos

The Sunday Times, de Londres: "La cumbre del G-20 irá acompañada de manifestaciones masivas que, según advierte la policía, podrían ser sumamente violentas. Estas protestas pueden conducir a cambios como sucedió en Seattle en 1999 cuando se obligó a la Organización Mundial del Comercio a considerar aún más las necesidades de las naciones en vías de desarrollo. Las manifestaciones esta semana nos mostrarán que la población se siente desamparada frente a la crisis y que responsabilizan a los banqueros de haberla empeorado. Existe el peligro de que la Cumbre del G-20 quede marcada en la memoria por encuentros violentos frente a la sede y por intercambios de opinión igual de violentos dentro de la sala de sesiones. La situación de la economía ya es lo suficientemente caótica y esta reunión no debería aportar a empeorar su estado."

Dialogo entre sordomudos

Paris Normandie, de Francia: "Sin la intención política y una intervención concertada por parte del gobierno estadounidense no habrá una regulación seria en los mercados financieros. La moralización de los mercados afecta en primera línea a los estadounidenses. Y justamente es esto lo que esperan los europeos del nuevo presidente de EE.UU. La Cumbre de Londres podría convertirse en un diálogo entre sordomudos. Con los anglosajones que apoyan un programa coyuntural mediante el impulso de la capacidad de compra por un lado, y con los que apoyan reglamentaciones dracónicas y rápidas de los mercados financieros, por el otro. Esto sería una catástrofe."

UE: tarea pendiente

Handelsblatt, de Alemania: "Durante mucho tiempo los alemanes culparon a sus socios británicos y estadounidenses de frenar, de no querer controlar a todos los actores y productos importantes del mercado financiero y de querer presentar a las 20 potencias económicas más importantes el jueves en Londres durante la cumbre, propuestas coyunturales incompletas.

Pero cuanto más se acerca el encuentro más cambia la imagen. Los británicos presentaron ya hace dos semanas planes detallados para un control reforzado y los estadounidenses se les han sumado la semana pasada. La Unión Europea por su parte no ha producido más que una propuesta de crear un grupo de trabajo encabezado por el ex funcionario francés, Jacques de Larosière." (chp/jov/dpa/afp)