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“Después del domingo, van a proseguir los problemas en Bolivia”

Luna Bolívar Manaut (er)23 de enero de 2009

El próximo domingo, Evo Morales somete la Constitución que le quiere dar a Bolivia a votación popular. DW-WORLD habló con Miguel Buitrago, experto en la región andina del Instituto de Estudios Globales de Hamburgo.

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El "sí" a la nueva Constitución que propone Evo Morales se da casi por hecho.Imagen: AP
El triunfo del “sí” se da prácticamente por hecho: Evo Morales se apoya en los suyos. Sin embargo, la Media Luna no cesa en su ruidosa oposición y, si en los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca, Tarija y Beni el triunfo del presidente no es contundente, tampoco callarán en lo que sigue, opina Miguel Buitrago, experto en procesos democráticos y movimientos sociales del Instituto de Estudios Globales de Hamburgo, y conocedor de la situación política boliviana.

DW-WORLD: Si la nueva Constitución se aprueba en el referéndum del próximo domingo, ¿aceptará la oposición el resultado?

Miguel Buitrago: El Gobierno espera que la Constitución reciba en el conjunto del país un 90% de votos a favor. Si el resultado se sitúa por debajo, y el pronóstico del 90% no es muy realista, la oposición tendrá un argumento para asegurar que la Constitución no es legítima e iniciar la resistencia al documento.

Bolivien Referendum Evo Morales
Evo Morales: "quieren debilitar a este indio para sacarle de Palacio".Imagen: AP

Pero una victoria por debajo del 90% tampoco sería una tragedia… ¿por qué se ha puesto el Gobierno de Morales semejante corsé?

Por el problema que representa la Media Luna. No es lo mismo que la Constitución se apruebe con un 55% de los votos a favor, porque eso sería una mayoría relativa y le daría alas a la oposición, que con una aprobación del 90%.

¿Qué margen tendrían los departamentos de la Media Luna para “resistirse” a cumplir con la nueva Constitución?

Dependerá de los resultados en estos departamentos. De acuerdo al margen de éxito que obtenga el “no”, habrá mayor o menor capital social para enfrentar la oposición.

Supongamos que el “no” gana con cierta ventaja en la Media Luna, ¿cómo podría llevarse a cabo en la práctica esa oposición?

Imagino que más de lo mismo: manifestaciones, huelgas… y el resto dependerá de cómo reaccione el Gobierno. Si uno se fija en la historia de Bolivia, se da cuenta de que cuanto más duro se pone el Gobierno, mayor es la severidad de las protestas, y la verdad es que me pregunto cómo pretende Morales manejar la resistencia que se le viene encima.

¿Estamos hablando de un posible enfrentamiento directo?

Tal vez. Si el Gobierno se radicaliza, la oposición también se va a radicalizar y, por poner un ejemplo, las fronteras de Bolivia están completamente abiertas, incluso armas pueden entrar a través de Brasil, Paraguay… y ya se ha denunciado en algunos casos la compra de armas.

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Manifestaciones contra el Gobierno boliviano en el departamento de Santa Cruz.Imagen: picture-alliance /dpa

Digamos que la nueva Constitución obtiene en el referéndum un 70% de los votos a favor: está por debajo del 90%, pero no deja de ser una aprobación. ¿Se “radicaliza” el Gobierno si obliga a que se cumpla lo que la mayoría del pueblo boliviano ha aprobado? ¿Qué significa que el Gobierno “se radicaliza”?

Una radicalización puede ser un apoyo férreo al Estado de derecho, hacer cumplir la ley a toda costa, que es por otra parte la función de todo Gobierno en una democracia. Si la Constitución se aprueba, puede que la oposición no encuentre más alternativas que infringir la ley. Y eso es lo que me da miedo.

Pero ahí el Gobierno boliviano no tiene mucho margen de acción: su tarea es hacer que se cumpla la ley…

Tradicionalmente, cuando el Gobierno boliviano se ha enfrentado a este tipo de resistencia en las calles, ha tenido siempre poco margen de acción…

¿Ha hecho el Gobierno de Morales todos los esfuerzos necesarios para buscar un consenso social en torno a su borrador constitucional?

No, la Constitución no ha sido consensuada. Morales tiene una visión e intenta imponerla. Lo ha dicho muchas veces: está tratando de 'refundar' Bolivia de acuerdo a sus objetivos y a los de su base, que es mayormente indígena. Y no sólo Morales: hay gente detrás de él que son los ideólogos tanto de la Constitución como de ese nuevo país que se quiere crear. Esas ideas están en directa contraposición a las que tienen otros, como la oposición en Santa Cruz o los tarijeños, que reclaman más control sobre los ingresos que percibe el Gobierno por la venta de gas natural.

¿Qué contiene el borrador constitucional para que provoque tanto rechazo? ¡Siga leyendo!

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La base de Evo Morales es mayormente indígena.Imagen: AP

Morales dice estar indignado por las “mentiras” que propaga la oposición acerca del nuevo texto constitucional, ¿qué contiene ese documento para que provoque tanto rechazo?

Para empezar y sólo a modo de aclaración: la 'oposición' no es un grupo homogéneo, sino un conjunto de personas y organizaciones con diferentes agendas, unidas por un mismo lema que es, en este caso, el rechazo a la nueva Constitución.

Los argumentos para ese rechazo son, por ejemplo, la cuestión de la reelección del presidente. La oposición no quiere que Evo Morales ocupe el poder durante más de dos periodos legislativos: la oposición ya no quiere a Morales en el Gobierno, y con la nueva Constitución empieza a sacar cuentas y se dice '¡este tipo se va a quedar aquí para siempre!'. A eliminar este miedo no contribuyen los comentarios que a veces hace Morales, como cuando dice que el MAS no está en el poder de visita, sino para quedarse.

Otro ejemplo es el tema de la elección de los jueces del Tribunal Constitucional: el nuevo documento propone que sean elegidos por sufragio directo y no nombrados como hasta ahora por el Congreso. La oposición opina que, con el cambio, el poder judicial perdería su independencia al quedar supeditado al voto ciudadano porque el MAS tiene influencia sobre ese voto.

Pero Morales ha renunciado a ocupar el cargo de presidente más allá de 2014…

Sí, pero los opositores temen que Evo cambie de opinión y fuerce una reforma de la Constitución.

Para eso tendría que volver a cambiar la Constitución…

Claro, cosa que no le resultaría muy difícil si controlase el Congreso, a los jueces del Constitucional y todos los puntos clave del Gobierno.

Pero ese riesgo existe en cualquier democracia, cuando un partido tiene mayoría absoluta…

Así es…

Evo Morales asegura que lo que la oposición quiere es “sacar al indio de Palacio”, ¿juega el presidente demasiado a la carta del “indio”?

Yo creo que sí. Y no solamente a la carta racial, sino también a la del miedo, a la que juega identificando un enemigo: el liberalismo, Estados Unidos.

¿Estamos entonces ante un problema político, o de racismo, de miedo al capitalismo, miedo al socialismo, de visiones opuestas…?

Estamos ante un problema complejísimo que incluye todo eso y mucho más: es racismo, es poder… es control sobre los hidrocarburos, por el que pugnan el Gobierno central y los departamentos. Es la lucha por algún tipo de autonomía, sobre todo en el departamento de Santa Cruz, que se libra desde el siglo pasado con el objetivo de poder desarrollar políticas propias… es un problema muy complejo.

Con el barril de crudo a menos de 40 dólares y la consecuente bajada de los ingresos estatales, tanto en Bolivia como en Venezuela, ¿se debilita el poder de Morales?

Por el momento, yo creo que Morales sigue recibiendo ayuda de Venezuela, de ahí que, en mi opinión, el precio del crudo es un factor a tener en cuenta. Y además, Brasil y Argentina han reducido su demanda de gas. Obviamente, todo esto repercute en el Gobierno porque tiene menos dinero para financiar su agenda. Y si esta bajada se extiende más allá de los seis meses, el Gobierno, que ha aumentado mucho el gasto, va a tener problemas graves: vamos a volver a los años del déficit.

En definitiva, que el referéndum del domingo no va a ser el último capítulo de esta historia…

No, no creo que sea el último capítulo. Vamos a seguir viviendo problemas en Bolivia.