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Decenas de muertos en ataques de Estado Islámico en Libia

20 de febrero de 2015

Los atentados se dirigieron contra la sede principal de las fuerzas de seguridad en Al Koba, una gasolinera y la casa del presidente del Parlamento, Akila Saleh, que no se encontraba en su vivienda.

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Al menos 47 personas murieron y 80 resultaron heridas, 26 de ellos de gravedad, en varios atentados producidos hoy (20.02.2015) en el este de Libia, que fueron reivindicados por la milicia terrorista Estado Islámico. Los atentados se dirigieron contra la sede principal de las fuerzas de seguridad en Al Koba, una gasolinera y la casa del presidente del Parlamento, Akila Saleh, en la misma ciudad. Al parecer, Saleh no se encontraba en su vivienda y, por lo tanto, no resultó afectado.

Los medios hablaron de la explosión de tres coches bomba, pero el grupo autodenominado Provincia Barqah de Estado Islámico en Libia, que reivindicó los ataques, aseguró que los perpetraron dos atacantes suicidas, cuyas fotografías colgó en Internet. Por el momento, no pudo verificarse la autenticidad de ese mensaje.

El grupo explica en su mensaje que los atentados son una represalia a los ataques aéreos lanzados por las fuerzas egipcias el lunes, en respuesta a la decapitación de 21 cristianos coptos que trabajaban en Libia por parte del Estado Islámico, que mostró la ejecución en un video difundido el domingo. Egipto atacó posiciones del EI cerca de Derna, considerada feudo de los extremistas. La ciudad de Al Koba, sede de los atentados de hoy, se encuentra a sólo 30 kilómetros de Derna. Al parecer, cinco de las víctimas de los ataques de hoy son egipcios.

Vacío y lucha de poder

El portavoz del Ministerio de Exteriores egipcio, Badr Abdul Atti, condenó los "actos terroristas". También la misión de la ONU en Libia condenó los ataques, que consideró "cobardes". La mejor respuesta a los mismos es "una solución política al conflicto y la restauración de la estabilidad y la unidad", señaló. Mientras tanto, unos 180 egipcios que vivían en Libia fueron trasladados a Túnez por motivos de seguridad. Sin embargo, se calcula que cientos de miles continúan en el país.

Libia, que comparte más de 1.000 kilómetros de frontera con Egipto, se ha visto recientemente inmersa en los peores episodios de violencia desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi en el levantamiento de 2011. Además, el Estado Islámico está aprovechándose del vacío y la lucha de poder en el país, que sufre una duplicidad de poder, con dos gobiernos apoyados por milicias que luchan por ganar influencia. En Tobruk sesiona el Parlamento que salió de las últimas elecciones y reconocido democráticamente, mientras en la capital, Trípoli, tiene su sede otro, dominado por islamistas.

MS (dpa/Reuters)