Publicidad
Con la naturaleza como fuente de inspiración, el estilo pictórico se vuelve más libre y expresivo. El color, la luz y el movimiento se plasman como una instantánea. Y estas obras, nada convencionales para su época, despiertan la curiosidad de muchos artistas respecto a estos lugares y paisajes. En Ahrenshoop, junto al Mar Báltico, coinciden varios artistas y fundan una colonia. Otros se sienten cautivados por los pantanos alrededor del pueblo de Worpswede, cercano al Mar del Norte. En 1889, se crea allí otra comunidad de artistas. Y la tercera, conocida más adelante como "El jinete azul" encuentra su norte en Murnau, en Baviera.