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Davos: ¿desplazado por el Foro Social Mundial?

27 de enero de 2010

“El Foro Social Mundial es más importante que Davos”, asegura un especialista de la London School of Economics; pero más que comparar fuerzas, ambas plataformas deberán unirse para atender la crisis de la nueva década.

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¿Un Davos más social, un Foro Social más fuerte?Imagen: AP

Desde hace diez años, siempre a finales de enero, los participantes del Foro Social Mundial se reúnen para aprovechar que la opinión pública internacional está prestando atención a la agenda de temas discutidos en el seno del Foro Económico Mundial, cuya edición más reciente fue inaugurada este miércoles (27.1.2010) en Davos, Suiza.

En 2010, las discusiones del Foro Social Mundial girarán en torno a las sombrías perspectivas que se vislumbran para la segunda década del nuevo milenio: crisis fiscales, desempleo galopante y una reducción de las inversiones en infraestructura ya se pueden prever en los reportes de riesgo global divulgados en el seno del contraevento, el Foro Económico Mundial.

Una década de forcejeos

Pero, tras una década de disputas ideológicas, ¿cuál de los dos foros tendrá mayor relevancia en un mundo abatido por la crisis económica? Leslie Sklair, doctor emérito de la London School of Economics, hace su apuesta: “Yo creo que el Foro Social Mundial es tan importante como el Foro Económico Mundial; en realidad, creo que es más importante que el encuentro de Davos”, declaró a la Deutsche Welle.

“En estos días, con la crisis del capitalismo, cada vez más personas en el mundo están asumiendo una actitud crítica de cara a la capacidad del capitalismo neoliberal y de sus variantes sociales para resolver problemas”, agregó el especialista en globalización. De hecho, según el estudio más reciente de Sklair, el sistema de producción capitalista parece estar agravando situaciones como la de la lucha de clases y la explotación no sostenible de los recursos naturales.

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El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, frecuente asistente al Foro Social Mundial.Imagen: picture-alliance/ dpa/dpaweb

Variaciones sobre un mismo tema

Jacques Marcovitch, profesor y ex rector de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, conoce bien el tenor de las discusiones en Davos. Después de todo, él es miembro del Consejo para la Agenda Global sobre el Futuro de América Latina, perteneciente al Foro Económico Mundial. En su opinión, ambos foros ofrecen soluciones para la crisis.

“En el Foro Económico Mundial tienen una visión más estructurada. Pero, en lo que al ámbito social se refiere, allí adoptan otra dinámica, sin que haya quien decida o hable en su nombre”, explica Marcovitch. Por otro lado, el académico de Sao Paulo apunta que, a lo largo de la última década, el Foro Social Mundial ha tendido a incrementar su presencia en los meses de trabajo del Foro de Davos: “En 2003, cuando el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó el mismo discurso en Porto Alegre e inmediatamente después en Davos, se hicieron evidentes las influencias mutuas entre un foro y otro”.

Incomodidad en el mundo globalizado

En aquella ocasión, Lula le dijo a los participantes del encuentro de Porto Alegre: “¿Cuál es la novedad de este año? La novedad es que, este año, gracias a ustedes y al Foro Social Mundial, yo fui invitado a Davos”. Fue así como empresarios, políticos y otros ilustres convidados al evento en las cumbres nevadas de Suiza tuvieron entre ellos, por primera vez, a un antiguo líder sindical, pronunciando un discurso en un recinto creado para reunir a las élites mundiales.

A juicio de Antônio Martins, uno de los organizadores del Foro Social Mundial, la crisis financiera global y la presión de las sociedades ayudarán a que el encuentro de Davos asuma un talante “más humilde” y a que las semejanzas entre ambos foros se vayan multiplicando. “Cuando vemos las agendas de los grandes bancos, de las multinacionales, de los participantes del Foro Económico Mundial, nos damos cuenta de que todos quieren demostrar que tienen alguna preocupación social o un programa a través del cual se intenta reinvertir parte de los lucros obtenidos en una causa social”, sostiene Martins.

De 2010 en adelante, los desafíos de la nueva década. ¡Siga leyendo!

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Al márgen de Davos se articulan las protestas, aprovechando la atención mundial.Imagen: AP

De 2010 en adelante

Según Martins, los participantes de Davos terminarán teniendo en cuenta asuntos que hace un lustro sólo eran de interés para el Foro Social Mundial. “Ahora, también ellos consideran necesario propiciar el desarrollo sostenible, es decir, avanzar sin acabar con el planeta. Antes, esa idea era defendida solamente por nosotros; los demás la consideraban ridícula, improbable."

“Desde mi punto de vista, Davos ha recibido menos atención en los últimos cinco años. Por otro lado, la prensa sólo hace alusión al Foro Social Mundial cuando hay problemas”, critica Leslie Sklair. Y Jacques Marcovitch insiste en que, más que medir fuerzas para ver quién tiene más implantación, los organizadores de ambos encuentros deberían focalizar su atención conjuntamente en los problemas que trae la nueva década, y en aquellos que se harán más urgentes con el pasar del tiempo.

Colaborar o desaparecer

“En lo que a la cuestión climática se refiere, por ejemplo, el Foro Social Mundial tendrá que proponer una utopía concreta más osada y generosa; eso sí, sin el compromiso activo de los gobiernos y las empresas que participan en el Foro Económico Mundial, no habrá un acuerdo global para la reducción de las emisiones”, asegura Marcovitch. En otras áreas, la disposición a colaborar será igualmente decisiva si el Foro Social Mundial y el Foro Económico Mundial quieren continuar siendo percibidos como encuentros que vale la pena visitar.

Autor: Nádia Pontes / Evan Romero-Castillo

Editora: Luna Bolívar Manaut