Cuestión de fe - Arzobispo de Rusia - Una labor difícil en tiempos difíciles
Recién después de la desintegración de la Unión Soviética, los protestantes en Rusia pudieron volver a practicar su fe. Pero su situación en la actualidad tampoco es fácil. El joven arzobispo tiene su sede en la iglesia de San Pedro y San Pablo de Moscú, un templo luterano de tradición alemana que se remonta a 1695. Fue expropiado por Stalin para abrir una sala de conciertos y, más tarde, se convirtió en sala y estudios de cine. En 1990, el edificio fue devuelto en ruinas a la iglesia protestante. Hoy, Rusia no es un país que promueva el pluralismo, pero precisamente en esta coyuntura, Dietrich Brauer quiere que la religión, que su iglesia, sea un factor constructivo. La Iglesia Evangélica Luterana a su cargo ya no debería ser sólo un asunto privado y actuar en la penumbra, sino ser una parte de Rusia perceptible por todos. Y no sólo para los ruso-alemanes.