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Cruz Roja: más crisis exigen “más dinero”

Manuela Kasper-Claridge (rml/cp)20 de agosto de 2015

Cada vez estallan más crisis humanitarias. Pese a su elevado presupuesto actual, la Cruz Roja necesita urgentemente ingresos. Solo así, asegura su directora financiera, Helen Alderson, podrá cumplir su misión.

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Rotes Kreuz im Jemen
Imagen: AFP/Getty Images/M. Huwais

DW: ¿Ha cambiado en los últimos años la situación financiera del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)?

Helen Alderson: Es cada vez más difícil. Tenemos hoy el mayor presupuesto desde la Segunda Guerra Mundial pero también los mayores gastos. Ingresamos más que nunca antes y, aún así, prevemos un déficit récord.

¿Puede describir la situación en cifras?

En relación con el déficit que prevemos, no. Apenas hemos concluido la primera mitad del año. Tratamos de minimizar ese déficit pero nuestra organización ha crecido enormemente en los últimos 15 años, sobre todo en los últimos dos años. Eso se debe a que las emergencias humanitarias aumentan y los retos a los que nos enfrentamos son cada vez más complejos. No obstante, el CICR trabaja en los peores focos de crisis de este mundo y logra ofrecer ayuda y protección a las víctimas.

¿A cuánto asciende su presupuesto?

Tenemos un presupuesto de 1,6 millones de francos suizos para nuestras misiones y otros 200 millones para la administración. Así que nuestro presupuesto total asciende a poco menos de 2.000 millones de francos, lo que equivale a casi 1.800 millones de euros.

¿A cuánto debería ascender, en su opinión, el presupuesto que necesitaría la organización para cumplir su misión en estos momentos?

Nuestro presupuesto actual se basa en nuestras tareas y, más aún, en nuestras posibilidades de cumplirlas. En ese sentido, nos enfrentamos a retos diversos como, por ejemplo, el acceso a las víctimas y la seguridad de nuestros colaboradores, que solo se pueden conseguir cuando todas las partes en conflicto nos aceptan. Eso sucede en muchos casos pero no en todos, ni en todas partes. El segundo gran reto es encontrar a las personas adecuadas para hacer el trabajo que hacemos. Necesitamos más colaboradores, más gestores con experiencia, expertos en sanidad, logística, etc. En tercer lugar, necesitamos que las donaciones estén a la altura de esos retos. Somos una organización sin fines de lucro, que necesita donantes para poder cumplir su misión, y este año necesitamos más donaciones.

¿Cuánto lastra su presupuesto, por ejemplo, la crisis de refugiados sirios?

Estamos trabajando intensamente en la propia Siria pero también en Jordania y el Líbano. Siria es actualmente nuestra mayor operación, con un presupuesto de 147 millones de euros.

¿Cómo se han comportado las donaciones privadas?

Nuestros fondos provienen principalmente de fuentes estatales pero los aportes privados se han incrementado. Trabajamos estrechamente con nuestras organizaciones nacionales. En Alemania, por ejemplo, la Cruz Roja recauda donaciones, los ayudamos en eso, y ellos trabajan a su vez con nosotros cuando volvemos a gastar ese dinero.

Hay muchos donantes privados que reaccionan a nuestros llamados y donan también online. Muchos aportes provienen de firmas o fundaciones. Este año hubo muchos pedidos de ayuda: para el Medio Oriente, el terremoto en Nepal o las inundaciones en Birmania.

¿Les llega mucho dinero de Alemania?

Alemania pertenece a los diez mayores países donantes del CICR y mantenemos contactos periódicos con el Gobierno alemán, que cuenta con un presupuesto especial para ayuda humanitaria. Nosotros estamos entre los principales destinatarios de esa ayuda.

¿Recaudan también fondos a través de las redes sociales, han hallado nuevas formas de financiación?

Somos una organización muy conocida. Todo el mundo conoce a la Cruz Roja. Pero tenemos una estructura muy fragmentada, con distintas organizaciones en cada país. También en la recaudación de donaciones a traves de los nuevos medios, a través del llamado crowdfunding o micromecenazgo, por ejemplo, nuestro nombre nos da grandes ventajas. Pero este es un camino muy nuevo, aún por recorrer. Aún tenemos que lograr trabajar más estrechamente con las sociedades nacionales de la Cruz Roja, como en Alemania.

¿Cuál es actualmente el mayor reto de la CICR?

Para cumplir nuestras misiones necesitamos la aceptación de las partes en conflicto. En el Congo, por ejemplo, existen entre 30 y 40 grupos diferentes y constantemente aparecen nuevos grupos. Cuando queremos movernos de un punto a otro allí, tenemos que pasar por puntos de control constantemente. Los diversos grupos tienen que saber quiénes somos y qué hacemos, apoyarnos, para que podamos hacer nuestro trabajo. Nuestros colaboradores trabajan en contextos muy difíciles, por eso es tan importante que se trate de gente muy competente. Los enviamos y lugares muy peligrosos, a los que no necesariamente pueden llevar a sus familias. Allí existen estructuras de seguridad bien estrictas y apenas tienen una vida más allá de su trabajo. Nuestros colaboradores están altamente motivados pero no es una tarea fácil. Y necesitamos más dinero.

Helen Alderson, miembro del directorio del CICR, es responsable de Recaudación de Fondos, Gestión Financiera y Logística en la sede de la CICR en Ginebra, Suiza.

La entrevista, de la que aquí publicamos un fragmento, fue conducida por Manuela Kasper-Claridge.