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Croacia vence a Inglaterra 2-1 y disputará final con Francia

11 de julio de 2018

La selección croata de fútbol se clasificó por primera vez en su historia para la final de un Mundial al ganarle 2-1 a Inglaterra en tiempo suplementario, en semifinal que disputaron en el estadio Luzhniki de Moscú.

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WM 2018 - Kroatien - England
Imagen: imago/Agencia EFE/L. Deirax

Con la victoria de Croacia ante Inglaterra por 2-1, el domingo habrá una final inédita en el Mundial: los balcánicos llegaron por primera vez a la definición y se medirán con Francia, que el martes se había asegurado su boleto para la final ante Bélgica.

Será la tercera ocasión que el conjunto galo juegue el partido por el título y la primera que llega a esta instancia la selección balcánica. Francia se coronó campeona como local en 1998 al imponerse en la final a Brasil (3-0) en el estadio de Saint Denis y perdió ante Italia en la tanda de penaltis en la de Alemania 2006 tras acabar el encuentro con empate a uno. Este domingo será una final nueva, la decimoctava distinta en la historia de la Copa del Mundo, ya que tan solo se han repetido Alemania-Argentina y Brasil-Italia.

Inglaterra, de regreso a casa

Por mucha euforia que generase, con himno revivido y todo, Inglaterra se quedó de nuevo a las puertas de la gloria, superada por la casta de una selección croata, que se jugará el título mundial tras sobrevivir a tres prórrogas a lo largo del torneo. No es bueno dar por liquidado a un conjunto croata antes de tiempo. Por más que sople el viento en contra, o que llegue al partido decisivo con más de una hora de juego, los Vatreni siempre reviven.

Frente al fútbol de laboratorio inglés (9 de sus 12 goles han sido en acciones ensayadas), Croacia opone el espíritu. Ese que lleva a su entrenador a no hacer cambios hasta bien entrada la prórroga -la tercera consecutiva- o al central Domagoj Vida a pedir más el balón en el momento que detecta que comienza a ser silbado por la grada por su ocurrencia de celebrar la victoria ante Rusia con el "Gloria Ucrania", que utilizan los ultranacionalistas ucranianos.

A base de garra, porque Modric y Rakitic apenas aparecían, Croacia fue equilibrando este miércoles las emociones que, desde el comienzo parecían destinadas a aumentar la fiesta inglesa. Porque parecía que nada podía fallar en el lado inglés. En las gradas se escuchaba ese "Three Lions" recuperado 22 años después como himno, el doble de Southgate firmaba autógrafos y hasta en un palco Mick Jagger, de asueto tras volver a asombrar el domingo en Varsovia con sus Stones, se mostraba optimista.

 No hay que cantar victoria antes del último silbido

Más cuando Kieran Trippier, el "pequeño Beckham", adelantaba a los "pross" a los 6 minutos con un libre directo que hubiese firmado el antiguo capitán inglés, su ídolo. Pero si no apagas por completo el fuego de los Vatreni corres el riesgo de quemarte y los de Southgate dejaron que la caótica selección de Zlatko Dalic llegase viva al descanso.

Que en el vestuario recuperase fuerzas Perisic, que hablasen Modric y Rakitic para alimentar su toque y que Mandzukic recobrase el mal genio para enfrentarse sin miramientos a las tres torres británicas.

Y así, apareció en el segundo tiempo Perisic para empatar, emitieron destellos Modric y Rakitic y Mandzukic recuperó el olfato goleador a tiempo para entrar en la historia. Para convertir a Croacia en el oponente de la poderosa selección francesa, para entonar en el vestuario: "England's coming home". 

JOV/FEW (dpa, zdf)