1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Crimen organizado, poder y protección social

8 de junio de 2011

El rol protagónico de la sociedad civil es fundamental para que el combate de la delincuencia organizada sea efectivo a nivel local y global, pero de la mano del Estado, dicen expertos.

https://p.dw.com/p/11X2Z
Imagen: picture alliance/dpa

“Cuanto más grande es la organización criminal, más poder patrimonial tiene a través de la diversificación de bienes y servicios ilícitos, y más puede corromper y comprar protección social”, dijo a Deutsche Welle Edgardo Buscaglia, experto uruguayo, director del Centro Internacional para el Desarrollo Legal y Económico de la Universidad de Virginia, y asesor de Naciones Unidas en temas de crimen organizado.

A la expansión global de los grupos criminales se suman también las débiles estructuras sociales, la falta de legitimidad del Estado, su impunidad y corrupción, así como su poca eficacia para acabar con la espiral de pobreza. Debido a estos factores, las organizaciones criminales pueden arraigarse y sobrevivir, lo que conlleva a que cada vez sea más complejo su combate y prevención.

Puentes entre Estado y sociedad civil

Edgardo Buscaglia Experte Organisierte Kriminalität Flash-Galerie
Edgardo BuscagliaImagen: DW

Sin embargo, es la sociedad civil la que tiene un rol protagónico en el combate contra el crimen organizado a nivel local y global. Su tarea va más allá de ejercer presión social y exigir cambios profundos en la política. Pero además urge un puente entre la sociedad civil y el Estado para que estos cambios sean reales. Ésta fue una de las principales conclusiones del segundo día de la conferencia internacional que sobre este tema está llevando a cabo la Fundación Heinrich Böll en Berlín.

“La única solución para que el combate del crimen organizado sea efectivo parte de la sociedad civil. La única posibilidad es la movilidad social”, dijo Raúl Ramírez Baena, presidente de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, en Baja California, México, en conversación con Deutsche Welle.

En opinión de Buscaglia para que el combate contra el crimen organizado sea efectivo se requieren unos puentes entre la sociedad civil y el Estado. “El Estado tiene que aportar los recursos necesarios para que la sociedad civil pueda reaccionar ante un ambiente disfuncional”, dice. Las cooperativas sociales en Italia, que generan empleo y logran rescatar a jóvenes en riesgo de caer en dinámicas del crimen organizado son uno de los ejemplos mencionados por el experto uruguayo sobre la forma de establecer puentes entre la sociedad civil y el Estado. Pero también es claro en afirmar que aunque “la sociedad civil tiene que ser coadyuvante y copartícipe de este cambio no puede reemplazar al Estado en su totalidad”.

“Cuánto más autoritario es el sistema político, menos propenso está de aceptar este tipo de diálogo y puentes. Y cuánto más reacia sea la sociedad civil por la desconfianza por traumas de genocidio, como en Guatemala por ejemplo, más reacia será para generar estos puentes. Pero no hay otra salida, hay que dialogar”, afirma Buscaglia.

Derechos humanos y crimen organizado

Tanto para Ramírez como para Buscaglia, derechos humanos y delincuencia organizada están íntimamente vinculados. “El crimen organizado atenta gravemente contra las garantías, derechos y libertades de las personas”, dice Ramírez. Organizaciones como la que dirige Ramírez se encarga por ello de monitorear los excesos y violaciones a los derechos humanos, cometidos en el caso de México por el mismo Estado. A nivel global, ONG como Human Rights Watch o Amnistía Internacional han tejido exitosas alianzas y redes en el área de derechos humanos.

“Ese mismo tipo de metodología es el que se tiene que aplicar a todo tipo de áreas vinculadas a la delincuencia organizada”, dice Buscaglia. Así mismo, explica que los países que más cumplen con los tratados de Naciones Unidas en derechos humanos son los que con mayor efectividad combaten la delincuencia organizada. “Esto sólo se entiende a través de una colaboración activa de la ciudadanía, que denuncia, aporta testimonios y pruebas”, dice el experto.

México requiere solidaridad internacional

Transnationale Organisierte Kriminalität Flash-Galerie
Panel de expertos en Berlín, durante la conferencia sobre el crimen organizado.Imagen: DW

La actual situación del país latinoamericano fue uno de los temas centrales de la conferencia organizada por la fundación alemana cercana al partido de Los Verdes. Ramírez, que participó en el panel dedicado a este tema, define la situación en México como una “crisis humanitaria” que tiende a agravarse. “La crisis se puede profundizar un poco más, porque se acercan las elecciones federales para presidente de la República. Aquí va a haber una lucha feroz entre los grupos políticos coligados con el narcotráfico, y puede haber muchos muertos y ajustes de cuentas”, dijo a este medio.

De acuerdo con Buscaglia, la delincuencia organizada en México es una multinacional que comete 22 de los 23 delitos de crimen organizado que existen en el mundo. En el país latinoamericano operan actualmente 17 grupos transnacionales, que no son mexicanos, pero que se apoyan en empresas legales de ese país para lograr su cometido.

Es por ello que “sería muy importante la solidaridad internacional, lo que puede alentar a una participación más fuerte de la sociedad civil en México”, dice Ramírez. A esto se suma el papel que cumplen también los medios de comunicación de informar y difundir este tema en el mundo globalizado.

Autora: Cristina Mendoza Weber
Editor: Pablo Kummetz