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Corea del Norte, ¿pompa y provocación?

Esther Felden (ERC/ERS)9 de octubre de 2015

Analistas occidentales temen que el 70º aniversario del partido hegemónico de Corea del Norte sea aprovechado por Kim Jong-Un para exhibir su músculo armamentista durante el desfile militar.

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Imagen: dapd

Conocedores del acontecer norcoreano sostienen que el Gobierno de Pyongyang ha perfeccionado el arte de balancear el hermetismo absoluto y la apertura ocasional para mantener en vilo a sus enemigos, que no escasean. No dejarse ver las cartas y alardear de cuando en cuando, dejando filtrar información a cuentagotas sobre el presunto crecimiento de su arsenal, por ejemplo, es una práctica recurrente del establishment de ese país asiático en ese juego de póker que es la escena internacional.

Como muestra, un botón: el partido hegemónico de Corea del Norte cumple siete décadas de existencia este sábado (10.10.2015) y el desfile militar organizado para celebrar la ocasión tiene a los analistas occidentales compitiendo en materia de pronósticos: ¿será aprovechada la ceremonia para que el líder norcoreano, Kim Jong-Un, exhiba su músculo armamentista? ¿Se atreverá a provocar a sus vecinos y a potencias como Estados Unidos? ¿Qué tan fiables son las señales emitidas por Pyongyang últimamente?

Señales desde Pyongyang

A mediados de septiembre, cuando la autoridades aeronáuticas de Corea del Norte sugirieron que intentarían poner en órbita varios satélites en los próximos meses, Corea del Sur y Estados Unidos comenzaron a sopesar la posibilidad de que Pyongyang estuviera planeando más bien lanzar un cohete de largo alcance o hacer la cuarta prueba nuclear de su historia. Siempre precavido, Seúl le informó a sus vecinos del norte que cualquiera de esas dos opciones constituiría una provocación, “una clara violación de las resoluciones de la ONU”.

Sin embargo, Corea del Sur concedió que, hasta ahora, no se habían registrado “actividades extraordinarias” que apuntaran a la inminencia de un lanzamiento de misiles. Nuevas sanciones internacionales podrían ser decretadas si un cohete de largo alcance norcoreano llegara a ser lanzado, pero los críticos de Kim Jong-Un tienden a describirlo como un mandatario que poco caso hace a las advertencias. De hecho, a principios de octubre, el embajador norcoreano en Gran Bretaña dijo que Pyongyang no le temía a esas amenazas.

“No hay nada a lo que debamos tener miedo. No cabe duda de que llevaremos a cabo nuestros planes; eso es seguro. Tenemos la capacidad de disparar sin importar adónde o cuándo”, señaló Hyon Hak-Bong, emisario de Corea del Norte en Londres, en una de sus poquísimas apariciones públicas. En todo caso, los expertos tendrán la mirada puesta en Pyongyang este 10 de octubre, anticipando una demostración de fuerza durante la ceremonia celebratoria del 70º aniversario del Partido del Trabajo de Corea, el órgano más importante de Corea del Norte.