Cocina boliviana en Suiza

La cultura y cocina boliviana tiene su particular representación en Suiza con el restaurante Aruma de Bolivia, el único restaurante de este tipo del país situado en Reinach, Basilea. Con nosotros está su dueño, Tito Zeballos.

DW-WORLD: Cuéntenos sobre “Aruma de Bolivia”: es mucho más que un restaurante, es una cultura. Háblenos de su historia y sus actividades.

“Aruma de Bolivia llegó aquí hace 35 años como un grupo de música. Nosotros somos todos artistas. Con el tiempo, nos hemos quedado todos aquí, hemos formado nuestras familias, y realizamos ese sueño de juntar la música con la cultura culinaria, y desde hace cuatro años tenemos nuestro restaurante.”

La cultura boliviana está muy ligada a su cocina.

Háblenos del público suizo: ¿cómo reaccionan ante la oferta de un restaurante boliviano?

“El público suizo es un público muy multicultural. Aquí, en la región de Basilea, tenemos restaurantes turcos y casi de todo el mundo. Creo que el nuestro no es una sensación, es un restaurante más de otra cultura, pero en el que también la gente ve Sudamérica; y especialmente Bolivia, porque Bolivia está prácticamente conocida sólo por sus problemas políticos y sociales. Ahora la gente está feliz por poder conocerla también mediante su cultura culinaria.”

Claro, porque además, como hemos dicho, Aruma de Bolivia es el único restaurante boliviano de suiza, y en el resto del mundo germanoparlante tampoco abunda este tipo de locales. ¿Por qué opina usted que la cocina boliviana no está más extendida?

“La inmigración de bolivianos en Suiza es escasa. El suizo es un poquito cerrado, tal vez; un poco tradicional, y el latino no se siente tan cómodo aquí.”

¿Qué destacaría como lo más característico de la cocina boliviana?

“En Bolivia hay muchos productos que en el resto del mundo no se conocen, como la quinua, por ejemplo, que estamos promocionando; es un producto que solamente se produce en el Altiplano de Bolivia, a 4.000 metros. Otra cosa que a la gente le resulta diferente es que los indios conservaban sus papas de diferente manera, congelándolas primero, deshidratándolas y secándolas después, y así las guardaban durante mucho tiempo. Se llama “el chuño”. Son esas cosas que aquí resultan nuevas, y a los clientes les gusta mucho probarlos, porque tienen muchas proteínas y vitaminas; si no, los campesinos no sobrevivirían a 4.000 metros.”

Háblenos de la oferta de su restaurante. ¿Qué especialidades ofrece?

“Bolivia tiene una enorme diferencia de altitudes. Nosotros aquí tratamos de ofrecer no sólo la cocina del Altiplano, sino de toda Bolivia. Empleamos mucha carne de res, porque Bolivia tiene una enorme producción de esa carne, y es lo más barato que existe. Eso es lo que más comemos.”

Debido a la diferencia de alturas, Bolivia posee una gran variedad culinaria.

Nosotros, en nuestras casas, también vamos a poder disfrutar de este sabor auténtico boliviano gracias a una receta que nos ofrece amablemente el señor Tito Zeballos. Explíquenos en qué va a consistir el plato de hoy.

“El plato de hoy es un churrasco, que nosotros comemos en cualquier momento cuando uno tiene hambre, puede ser por la mañana, a las cinco de la mañana, o por la noche a las 10 de la noche (risas)”

Una receta sencilla, deliciosa y auténtica. Señor Zeballos, muchísimas gracias por su participación.

“Gracias. Nosotros estamos bastante lejos de Alemania, pero supongo que tienen oyentes en toda Europa, y si nos visitan tendrán la posibilidad de conocer otras especialidades y poder degustar la cultura culinaria de Bolivia. Y cuando terminamos de cocinar, agarramos nuestras guitarras y cantamos para la clientela.”

Una velada, seguramente inolvidable. Como inolvidable será también el menú con nuestra receta de hoy: un buen churrasco boliviano.