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Clima de terror en las elecciones de Chechenia

EFE/DW25 de noviembre de 2005

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) criticó hoy el "clima de terror e impunidad" que se vive en Chechenia y que condiciona las elecciones parlamentarias del próximo domingo.

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Candidato pro ruso: victoria asegurada, según la oposición.Imagen: dpa

Se trata de los primeros comicios parlamentarios que se celebran en Chechenia. La oposición ya ha expresado que, a causa del ambiente de violencia con que se está desarrollando la campaña, están abocados a la victoria del partido gubernamental Rusia Unida.

La FIDH se ha unido a esas voces con la publicación de un informe hoy en París, que es el resultado de una misión llevada a cabo por varios integrantes de la asociación en Chechenia entre el 25 y el 30 de septiembre pasado.

"No puede haber elecciones libres"

La conclusión de los investigadores es que "no puede haber elecciones libres y limpias en Chechenia en el actual clima de terror e impunidad", ya que existe un "sistema de corrupción omnipresente en el que inscriben las violaciones" de los derechos humanos.

"A pesar de la normalización proclamada por Moscú y las autoridades chechenas pro-rusas, las torturas y los malos tratos se continúan perpetrando en Chechenia", dice el informe, que apunta que es frecuente que las víctimas de esos daños oculten los hechos ante la amenaza de represalias contra sus familias.

Asimismo, la FIDH asegura que en las escasas ocasiones en que se abre una investigación, "se cierra poco después y se pierden o desaparecen documentos y las pruebas", mientras que los posibles testigos "son amenazados".

La Federación responsabiliza de este comportamiento no sólo a las autoridades políticas chechenas, sino también a la magistratura y a las fuerzas del orden.

Putin aferrado a las decisiones controvertidas

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Vladimir Putin, presidente ruso.Imagen: AP

No sólo en Chechenia la libertad y las garantías del Estado de Derecho se ponen en tela de juicio. El presidente ruso, Vladímir Putin, apoyó hoy una polémica ley que impone un rígido control estatal sobre la actividad de las organizaciones no gubernamentales (ONG), para limitar la influencia de Occidente en la política rusa.

"Estoy de acuerdo con aquellos que consideran inadmisible que algunas organizaciones sociales reciban financiación desde el extranjero y de hecho se dediquen a la actividad política", declaró Putin en una reunión con el presidente de la Duma, Borís Grozlov.

La Duma aprobó hace dos días en primera lectura una draconiana ley calificada por grupos de defensa de derechos humanos, ecológicos y benéficos como otra vuelta de tuerca en la involución democrática y el principio del fin de la sociedad civil en Rusia.

La ley fue redactada después de que el Kremlin acusara a las ONG financiadas desde el exterior de alentar revoluciones "anti-rusas" en la comunidad pos-soviética para restar a Moscú influencia geopolítica y preparar cambios políticos en Rusia.

La aprobación de la ley, que coincidió con los aniversarios de "revoluciones de terciopelo" en Ucrania y Georgia, suscitó duras críticas en los sectores liberales.