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Chipre y el arduo camino a la reunificación

Peter Philipp4 de septiembre de 2008

Con expresiones de optimismo comenzaron las negociaciones para superar el conflicto que mantiene dividido a Chipre desde hace más de tres décadas. Pero una mirada a la historia demuestra cuán compleja es la situación.

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El presidente chipriota Dimitris Christofias (derecha) y el líder turco-chipriota, Mehmet Ali Talat , al inicio de las conversaciones.Imagen: AP

Chipre siempre fue codiciado, por su importante ubicación estratégica en el Mediterráneo. Tras el derrumbe del Imperio Otomano, los británicos lo declararon colonia de la corona en 1925. Los griegos de la isla vieron durante largo tiempo su salvación en la unión con Grecia, la “enosis”, y comenzaron a luchar en la organización clandestina “EOKA” contra los británicos y sus “colaboradores” turcos.

En 1960, Gran Bretaña decidió conceder la independencia a Chipre. Londres, Atenas y Ankara asumieron el papel de potencias protectoras y, con el fin de defender a la minoría turca de la isla –un 18% de los habitantes- se elaboró una Constitución que les confería derecho a veto en materias importantes. Esto, a su vez, indignó a los greco-chipriotas. Las luchas internas sólo pudieron ser frenadas con ayuda de las tropas y efectivos policiales de la ONU. Sin embargo, la capital, Nicosia, permaneció dividida y también en otros lugares de la isla se separaron los sectores griegos y turcos.

El derrocamiento de Makarios

En 1974, partidarios del gobierno de Atenas derrocaron al presidente chipriota, el arzobispo Makarios, a quien entretanto se consideraba como un obstáculo para la “enosis”, aunque siempre hablaba de la unión a Grecia. Una semana después del derrocamiento de Makarios, el premier turco, Bülent Ecevit, dio la orden de ataque: tropas aéreas y navales conquistaron en dos etapas el norte de la isla. La población griega de esa zona huyó hacia el sur. Y los turcos que había en el sur fueron trasladados al norte.

Makarios regresó a fines de ese año a Nicosia y fue recibido con algarabía, aunque no tenía ninguna solución que ofrecer. Nueve años tras la invasión turca, la zona norteña proclamó su independencia como la “República Turca del Norte de Chipre”, bajo la conducción de Rauf Denktash. Nadie la reconoció, excepto Ankara.

Desequilibrio demográfico

A los cerca de 40.000 soldados turcos se sumaron con el correr de los años más de 100.000 turcos procedentes de tierra firme que fueron radicados en la isla para mejorar la correlación demográfica a favor de los turcos. Sin embargo, dado que simultáneamente muchos turco-chipriotas emigraron, en el norte de Chipre vive sólo aproximadamente el 25% de la población total de Chipre.

Desde hace ya tiempo ha quedado claro que Chipre no volverá a ser una república unitaria, sino que la solución radicará en un arreglo que contemple la existencia de dos zonas, con administración autonómica y un gobierno central con relativamente pocas atribuciones.

La Unión Europea acogió en 2004 a Chipre, es decir, a la parte sur, que se atribuye la representación de toda la isla. Tampoco la Unión Europea cuenta con una receta para superar el conflicto chipriota. Encontrarle es algo que les corresponde a las partes involucradas. Sin embargo, y pese a las señales positivas que han precedido a estas nuevas conversaciones para superar la división, la experiencia aconseja mantener cierto escepticismo.