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Cómo se "pisa" el rodaballo

Renée Willenbring (EV)15 de noviembre de 2008

Con "pisar el rodaballo" comenzó todo: ya de pequeño iba Boy Boysen con su padre a la marisma a capturar peces, a pie y simplemente con las manos atrapaba platijas. Hoy guía turistas a través de su antiguo dominio.

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El rodaballo, o sea, la platija, era un sustento importante para los habitantes de la costa occidental del estado federado de Schleswig-Holstein. El pez plano tiene el hábito de no seguir necesariamente el curso de la marea del Mar del Norte y nadar con ella cuando se retira de la playa. Le encanta enterrarse bajo la superficie de arena cerca de los canales que deja la marea, de los surcos de agua profundos, sobre los cuales el agua deja al descubierto la superficie de la costa que luego vuelve a inundar. Allí dormita bajo el sol para deslizarse de nuevo en el agua cuando vuelve la corriente. En la arena no puede ver simplemente con los ojos, explica Boy Boysen.

"Pisar el rodaballo"

Wattwanderung an der Nordsee in Schleswig-Holstein
Caminata por 4.500 kilómetros cuadrados de marismas.Imagen: picture-alliance/ dpa

"Sólo media hora antes de la marea baja y una media hora después se tiene tiempo de pisar al pez con el pie, de sentirlo. Sólo así se le puede atrapar con las manos". "Pisando rodaballos" llegó Boy Boysen, de 65 años, a conocer a fondo la marisma. Cuando era niño huía a menudo del aburrimiento con sus amigos a la isla de Föhr, a tres horas de distancia, o la isla de Hallig Oland, una de las en total diez islas Halligen, en la región de Frisia del Norte.

Guía de la marisma en la costa occidental

Las Halligen, al contrario de las otras islas de la zona, no cuentan con diques y las fuertes crecidas del mar las inundan. Como reconocido guía de la marisma del Parque Nacional, Boysen conduce hoy a un gran número de visitantes a través de los alrededor de 4.500 kilómetros cuadrados de marismas delante de la costa occidental de Schleswig-Holstein. Aunque es cierto que en gran parte el rodaballo se ha retirado de esta zona, el experimentado pescador tropieza aún en alguna que otra excursión con la platija y muestra a los turistas un tipo de pesca casi desaparecido.

Desde que la marisma fue declarada Parque Nacional en 1985 y se encuentra bajo una protección especial, ha crecido el número de visitas, informa Boysen. "Antes pasaba quizás 14 días al año en la marisma, hoy más de 1.000 horas en el Parque Nacional". Se ha convertido en una atracción durante todo el año. Incluso durante los días de Navidad guía a visitantes a las Halligen para el "Kohlessen", un plato típico del norte de Alemania que consiste en col con "Pinkel", una salchicha ahumada.

"Kohlessen" en las Halligen

Deutschland-Portal Schleswig-Holstein Boy Boysen
Boy Boysen en la marisma.Imagen: Hans-Joachim Bräuer

El hombre con el típico apellido frisón no puede alimentar una familia con su trabajo. Todos los aproximadamente 250 guías de la marisma tienen un oficio y aparte se dedican a las visitas guiadas, cuenta Boysen. "Principalmente lo hacemos los fines de semana o en verano". Para ello sacrifican muchos guías incluso sus vacaciones anuales. "Todos amamos la naturaleza, la tranquilidad en la marisma y el buen aire yodado que se respira", dice el agricultor de profesión, que se gana el pan como consultor agrícola.

La marisma, con sus hasta 30 kilómetros de anchura, pertenece a una de las grandes regiones naturales del mundo con mayor riqueza animal. Aquí encuentran hasta 60 tipos de aves una reserva de alimentos ideal. En la temporada alta de las aves migratorias, en primavera y otoño, se detienen en el parque nacional hasta 1,5 millones de pájaros.

Moluscos como filtro de agua

Hallig Langeneß
"Landunter" –tierra abajo- es la expresión utilizada en la región de Halligen para hablar de inundaciones.Imagen: PA/dpa

En sus excursiones, Boysen explica a sus oyentes sobre todo la utilidad y la importancia de las pequeñas formas de vida. Los berberechos y los mejillones viven por ejemplo como filtradores en el agua. Sólo un molusco puede filtrar alrededor de 2,5 litros de agua por hora, cuenta Boysen orgulloso. "Los moluscos del Mar del Norte consiguen de esta manera entre todos reciclar cada 14 días todo el agua del Mar del Norte. Sin la variedad de los animales esta marisma sería una cloaca pestilente".