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Los políticos prometieron el aumento del salario mínimo, ayudas para los niños en edad escolar y para la maternidad, pero tras llegar al poder olvidaron rápidamente sus promesas. El castigo puede ser muy duro: el anterior gobierno tuvo que dimitir porque no lucho lo suficiente contra la injusticia social. Bulgaria es el país más pobre de la Unión Europea y su población académica emigra sin cesar.