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"Brexit no debilitará la seguridad europea"

Thorsten Benner (DZC/CP)23 de junio de 2016

Cuando se trata de políticas se seguridad, el mantra “salir es salir” no funciona. Thorsten Benner, director del Instituto Global de Políticas Públicas, explica por qué un brexit no debilitará la seguridad europea.

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Imagen: dapd

En las fantasías de muchos seguidores del brexit, el Ejército de la Unión Europea está a las puertas de la isla. Según Penny Mordaunt, secretaria de Estado del Ministerio de Defensa británico, para el Reino Unido existe solo una forma de sacarse de encima la membresía obligatoria en el Ejército de la UE: saliendo de la UE.

Esto es, claro, mera propaganda. La pesadilla de Mordaunt no se hará realidad en el corto plazo. Al mismo tiempo, y atendiendo a las nuevas amenazas y a los problemas financieros, se aplicarán nuevos enfoques para mejorar la cooperación en términos de seguridad y defensa. Esos avances también sobrevivirán a un brexit.

Esto contradice las previsiones de muchos apocalípticos. Obviamente el presidente ruso Vladimir Putin y otros enemigos de Europa festejarán si la mayoría se inclina por apoyar la salida. Putin espera, así como sus aliados del Frente Nacional y de AfD en Alemania, una ruptura mayor de la UE que luego pueda servir a sus propios fines.

Thorsten Benner.
Thorsten Benner.Imagen: privat

“Salir no es salir”

Pero no. No habrá ningún debilitamiento de la seguridad europea a largo plazo, pues la lógica de la seguridad es completamente distinta a la de los mercados. Para los restantes miembros de la UE tiene sentido hacer que la salida de la economía británica sea dolorosa. La razón no es solo la esperanza de que numerosas empresas opten por reubicarse en el continente, sino que también la disuasión juegue un rol en todo esto. Debe quedar claro que salir de la UE también implica la pérdida de los privilegios económicos. “Salir es salir” es el mantra que tanto el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, como el ministro de Economía de Francia, Emmanuel Macron, han repetido.

Pero esa lógica no se aplica en el tema de las políticas de seguridad. Gran Bretaña tiene capacidades militares, policiales y de servicios secretos que son de gran calidad. Todos los miembros de la UE saben que se hacen más fuertes cuando realizan un trabajo conjunto con Londres, y esperan que esa cooperación continúe tras una eventual salida.

Por eso en el campo de la seguridad “salir no es salir”. La cooperación de los servicios secretos continuará más allá de los resultados del referéndum. Y Europol y los demás aparatos de seguridad de la UE de seguro hallarán soluciones pragmáticas de transición para seguir colaborando en la lucha contra el crimen y el terrorismo con Reino Unido, hasta que su condición de país no miembro de la UE se concrete y regule por medio de acuerdos institucionales.

Y sobre la OTAN...

En términos militares, el papel principal lo juega la OTAN, y no la UE. El 24 de junio la OTAN tendrá las mismas amenazas y razones para continuar su proyecto de seguridad colectiva que antes del posible brexit. Una fragmentación del “pilar europeo” de la OTAN no debilitará la esencia de la alianza defensiva.

Además hay señales alentadoras de una mejor cooperación entre la OTAN y la UE, como el acuerdo entre Bruselas y Turquía por la cuestión de los refugiados. “Debemos llevar nuestro trabajo conjunto a un nivel más alto. En los últimos tres meses hemos cerrado más acuerdos que en los pasados 13 años”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en mayo, durante una reunión con la jefa de Exteriores de la UE, la italiana Federica Mogherini.

Ciertamente, la UE perdería capacidad militar con una salida de Reino Unido. Pero las misiones de la UE pueden incluir a países no miembros. Lo que hoy funciona con Georgia puede mañana resultar con Gran Bretaña. Además, se pueden movilizar voluntades para avanzar en integración militar.

Elecciones en EE.UU., más importantes

Los acuerdos y el intercambio de capacidades seguirán siendo asuntos complejos. Sin embargo, las limitaciones presupuestarias y la necesidad de llenar vacíos aumentarán la presión para dejar de lado los egoísmos nacionales. “Europa se enfrenta a una serie de problemas de seguridad y Gran Bretaña deberá hacer frente a esto, ya sea dentro o fuera de la UE”, escribieron 13 excomandantes británicos en una carta a comienzos de este año. Esto es válido también para el resto del continente. Se tendrá que hacer frente a estos retos incluso después de un brexit.

Obviamente esto sería más sencillo sin estas distracciones políticas. Sin embargo, la UE y Gran Bretaña encontrarán los medios y los caminos para mantener una estrecha cooperación en materias de seguridad y Defensa. En cierto modo, los europeos deberían estar más preocupados por el 8 de noviembre: un triunfo de Donald Trump en las presidenciales de Estados Unidos sin duda traería mayores riesgos para la seguridad europea que una salida de Gran Bretaña de la UE.

Thorsten Benner dirige el Instituto Global de Políticas Públicas (GPPi) en Berlín.