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Brasil sigue reacio a recibir al secretario general de la FIFA

9 de marzo de 2012

Pese a las disculpas formales de la FIFA, las polémicas declaraciones de Jerome Valcke dejaron huella en el gobierno brasileño, que dejó en claro que sigue reacio a recibir al secretario general de la entidad.

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Mundial 2014, Estadio Mineirao.
Mundial 2014, Estadio Mineirao.Imagen: picture alliance/Agencia Estado

Jerome Valcke, secretario general de la FIFA, aplazó este viernes (9.03.2012) su visita a Brasil, programada para iniciarse el lunes, con el fin de verificar la preparación hacia el Mundial de 2014.

En una rueda de prensa concedida a corresponsales internacionales en Río de Janeiro, el ministro brasileño del Deporte, Aldo Rebelo, eludió dos veces responder a la agencia de noticias dpa si la aceptación de las disculpas significaría una marcha atrás en la anunciada decisión del país de no aceptar más a Valcke como interlocutor.

"El señor Valcke no es interlocutor de Brasil, sino de la FIFA. La decisión (sobre la permanencia del dirigente como encargado de fiscalizar la preparación del país) es de la FIFA", expresó. Al ser interrogado sobre si esto significaría que Brasil prefiere no negociar con Valcke, Rebelo afirmó que su posición está expresada en las cartas que envió al secretario general y al presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

La primera, divulgada el lunes, formalizaba el veto de Brasil al secretario general, a raíz de las declaraciones formuladas hace una semana en Londres, en las que el dirigente opinó que el país sudamericano necesitaría "una patada en el culo" para acelerar su preparación hacia el Mundial.

Disculpas, no bastan

Tras recibir pedidos de disculpas formales de Valcke y del propio Blatter, Rebelo envió otras dos cartas a la FIFA, en las que anunció que Brasil aceptó las excusas y que la presidenta Dilma Rousseff se dispone a recibir en audiencia al jefe de la FIFA, pero no hizo mención alguna a la permanencia de Valcke como interlocutor.

Jerome Valcke, secretario general de la FIFA.
Jerome Valcke, secretario general de la FIFA.Imagen: picture-alliance/dpa

En declaraciones a la televisión brasileña, el ministro del Deporte ya había dejado en claro que no esperaba la llegada de Valcke el lunes: "No sé ni siquiera si el viaje del secretario general de la FIFA para la próxima semana fue confirmado. Mi impresión es la de que no ocurrirá. Creo que estos sucesos pueden haber contribuido a ello".

El ministro agregó que, a partir de ahora, espera "las cartas" de la FIFA, para saber si Valcke seguirá siendo el encargado de comandar las visitas de inspección. La respuesta esperada por Rebelo llegó pocas horas después, a través de un comunicado en el que la FIFA anunció que la visita programada para iniciarse el lunes sería aplazada hasta después de la reunión con la presidenta Rousseff solicitada este viernes personalmente por Blatter.

Pero la nota deja en claro que Valcke sí volverá a Brasil para visitar las obras en curso en las ciudades de Brasilia, Recife y Cuiabá, acompañado por los exfutbolistas Ronaldo y Bebeto, quienes comandan el comité organizador local del Mundial tras el pedido de licencia por razones de salud del presidente de la entidad, Ricardo Teixeira.

Demorada Ley General del Mundial

La visita de Blatter a Brasil, a su vez, debería ocurrir después de la aprobación de la Ley General del Mundial, que formaliza las garantías y compromisos asumidos por el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva en 2007, luego de que el país se adjudicara el derecho a organizar el Mundial.

No obstante, sigue demorada la tramitación del proyecto en el Congreso: después de casi tres meses de debates, el texto fue aprobado esta semana por una comisión de la Cámara Baja, pero la votación por el pleno de los diputados fue aplazada hasta el miércoles próximo. Y falta todavía la votación por el Senado.

En la entrevista con los corresponsales de la prensa extranjera, Rebelo aseguró que su molestia no se debió a las críticas de Valcke a los retrasos en la preparación de Brasil, sino a la expresión del dirigente reproducida por los medios internacionales. "No nos sentimos ofendidos por críticas, pero no podemos aceptar el uso de ciertas expresiones y de cierto vocabulario", argumentó.

El secretario general, sin embargo, aseguró que sus palabras fueron mal traducidas, y sostuvo que, en francés, "donner un coup de pied aux fesses" (literalmente, dar un puntapié en la nalga) significa solamente "acelerar el ritmo".

Fuente: dpa

Editora: Rosa Muñoz Lima