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Bolivía: utopía con precedentes

Martin Reischke
20 de junio de 2017

Con la "Conferencia Mundial de los Pueblos", Bolivia pone sobre la mesa nuevos conceptos de ciudadanía y busca más protagonismo en la ALBA.

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Imagen: Reuters/D. Mercado

A pocos días de la cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania, el Gobierno y los movimientos sociales de Bolivia convocan a un evento muy diferente: "Conferencia Mundial de los Pueblos" se llama el encuentro que empieza este martes 20 de junio -Día Mundial de los Refugiados- en la municipalidad de Tiquipaya, a pocos kilómetros de Cochabamba, Bolivia, bajo el lema "Por un mundo sin muros, hacia la ciudadanía universal".

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Se espera la participación de delegados de movimientos sociales, defensores de los derechos de los migrantes, académicos, juristas y políticos de más de 40 países, entre ellos exjefes de Estado de Latinoamérica y Europa, según fuentes oficiales. El tema central de la conferencia es la migración y cómo desarrollar políticas alternativas que tomen en cuenta los intereses y derechos de los migrantes, como por ejemplo el principio de la "ciudadanía universal". En pocas palabras, este principio se basa en la libre movilidad de las personas. Pretende abrir las fronteras internacionales y otorgar los mismos derechos a todas las personas, independientemente de su lugar de nacimiento.

"Un mensaje contra los nacionalismos"

Valla fronteriza que separa a México y Estados Unidos.
Valla fronteriza que separa a México y Estados Unidos.Imagen: Picture alliance/dpa/G. Bull/AP

"La conferencia es un fuerte mensaje contra Donald Trump y su muro en la frontera con México y contra el nuevo nacionalismo de la derecha que está en auge tanto en Europa como en la región, por ejemplo en la Brasil de Temer o en la Argentina de Macri", opina Philipp Kauppert, representante de la Fundación Friedrich Ebert en La Paz, Bolivia. El encuentro representa una buena oportunidad para el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Fernando Huanacuni Mamani, para presentar su agenda política. Brinda también una oportunidad a Bolivia para buscar más protagonismo en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Según Kauppert, Bolivia tiene dos tradiciones de política exterior: "Una es la posición clásica o la Realpolitik que se aplica por ejemplo en la negociación de tratados de comercio”, dice. "La otra tradición es una corriente más idealista, una diplomacia de los pueblos”. Es esta segunda corriente la que se discutirá en la cumbre.

Ciudadanía universal y libre movilidad

El país que más experiencia práctica tiene con los principios de la "ciudadanía universal” y la "libre movilidad” es Ecuador, como Bolivia miembro de la ALBA. Fue el primer país en el mundo que acogió el concepto en la nueva Constitución de 2008. "Consecuentemente, con la política de la 'ciudadanía universal' se quita la política de visas en el 2009 a los inmigrantes”, explica Daniela Célleri, docente e investigadora del Instituto de Altos Estudios Nacionales en Quito.

Sin embargo, la nueva política creó también nuevos problemas. "Lo difícil era saber exactamente qué venían a hacer estas personas en el país”, dice Célleri. "Había un tema de gestión: ¿Quién entra al país para trabajar?, ¿quién de turista? ¿Cómo garantizamos los plazos de trabajo para estas personas?, y ¿cómo garantizamos sus derechos humanos?” Según la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, Ecuador es el país latinoamericano que más refugiados recibe, sobre todo de Colombia.

¿Un principio utópico?

El presidente Evo Morales en la Conferencia de los Pueblos.
El presidente Evo Morales en la Conferencia de los Pueblos. Imagen: Reuters/D. Mercado

Pocos años después, el Gobierno ecuatoriano cambió nuevamente su política y comienza a pedir visas a países como Cuba, Venezuela y Colombia. "Hay una selección diferenciada de las personas que entran al país, lo que significa volver al esquema que teníamos antes de la 'ciudadanía universal'", dice Célleri. "El problema fue que es un principio utópico y no se analizó del todo cómo se podía aplicar en el país".

Con respecto a la "Conferencia Mundial de los Pueblos”, Célleri aplaude la iniciativa de Bolivia: "El tema de la 'ciudadanía universal' tiene que ser discutido. Lo importante es ver la voluntad política de Bolivia de plantear un congreso de esta forma, creo que Europa puede aprender mucho de esto”. Que en la conferencia se defina una agenda política concreta es poco probable, ya que no son los mandatarios actuales los que participan en la cumbre.

"El evento tiene un carácter simbólico", dice Philipp Kauppert, de la Fundación Friedrich Ebert. Según el experto, el país andino todavía no está preparado para aplicar el principio de la "ciudadanía universal": "En Bolivia sí hay un debate sobre la plurinacionalidad, un concepto mucho más allá de la idea del Estado-nación del siglo XIX y de las fronteras tradicionales”, dice Kauppert. "Sin embargo, eso va en contra de la práctica política de la administración y la burocracia del país, por ejemplo en asuntos de pasaportes y visas”. Según el Gobierno boliviano, lo que se pretende con la conferencia es sacar un manifiesto sobre los derechos de los migrantes.

Autor: Martin Reischke (VT)