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Bielorrusia se mira en el espejo de Ucrania

Jelena Danejko / Markian Ostaptschuk (ERC)16 de febrero de 2014

En Minsk, los opositores del presidente Lukashenko cruzan los dedos para que las protestas de Kiev pongan de rodillas al Gobierno de Yanukovich. Para los bielorrusos, la resistencia ucraniana es un ejemplo a imitar.

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El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko (der.), y su homólogo ucraniano, Viktor Yanukovich.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko (der.), y su homólogo ucraniano, Viktor Yanukovich.Imagen: picture-alliance/dpa

Hace unos meses, cuando un veinteañero bielorruso murió baleado en la capital de Ucrania, el suceso no pasó inadvertido para sus compatriotas. Sus miradas estaban de por sí puestas en Kiev, donde los enfrentamientos entre los opositores al Gobierno de Viktor Yanukovich y las fuerzas de seguridad del Estado reflejaban las tensiones entre una parte de la sociedad bielorrusa y el régimen de Alexander Lukashenko. Los bielorrusos llevan mucho tiempo viendo episodios de violencia política en su propio territorio.

Como muestra, un botón: en 2010, Lukashenko reprimió brutalmente a los manifestantes que protestaban pacíficamente contra los indicios de fraude electoral y volvió a ser descrito por la prensa internacional como “el último dictador de Europa”. De ahí que todo lo que ocurra en Ucrania, a la luz del forcejeo entre la oposición y el Gobierno de Yanukovich, sea discutido ávidamente en el seno de muchas familias bielorrusas. Para los bielorrusos, la resistencia ucraniana es un ejemplo a imitar.

Una fuente de inspiración

“El compromiso de los ucranianos con la lucha para que su país se oriente hacia la Unión Europea da a los bielorrusos la creciente esperanza de que un movimiento similar pueda surgir en nuestro país”, dice Alexei Janukevich, presidente del partido de oposición bielorruso Frente Popular, en entrevista con DW. A sus ojos, el principal obstáculo para que eso suceda es el mismo de siempre: la apatía. Tras veinte años bajo el mandato autoritario de Lukashenko, la mayoría de la gente ha perdido la fe en que un cambio sea posible en este país.

No obstante, los sucesos de Ucrania son una fuente de inspiración para muchos bielorrusos. “Las actitudes de los ciudadanos de cara a la Plaza de la Independencia de Kiev dependen de las fuentes de información a la que tengan acceso” explica Janukevich. La mayoría de sus paisanos ven el canal de televisión estatal o los canales de televisión rusos. Eso explica que muchos perciban lo que ocurre en Ucrania como actos de vandalismo o como intervenciones de poderes extranjeros para derrocar al Gobierno de Yanukovich.

“Bielorrusia y Ucrania son países muy diferentes”

Pero quienes buscan fuentes de información alternativas en Internet están conscientes de que la lucha de muchos opositores en Ucrania es una contra el autoritarismo del presidente. Anatoli Lebedko, jefe del Partido Cívico Unido de Bielorrusia, está convencido de que sus compatriotas ven los sucesos de Ucrania como una batalla contra la injusticia, la corrupción, la burocracia y la arbitrariedad encarnadas por el estamento en torno a Yanukovich. A su juicio, una revolución exitosa en Ucrania puede enviar una señal importante a sus vecinos.

Sin embargo, Sergey Kalyakin, líder del partido de izquierda Un Mundo Justo, recomienda no sobreestimar la influencia que las protestas de Ucrania pueden tener sobre la situación en Bielorrusia. La mayoría de los bielorrusos tiene una imagen negativa de los hechos que ocurren en Ucrania. “Esa percepción coincide con lo que reportan los medios estatales, en donde enfatizan que la oposición está llena de todo tipo de nacionalistas y criminales”, sostiene Kalyakin.

Kalyakin no niega que sea posible ver a los bielorrusos envalentonados en el futuro, pero él no cree que sea el éxito de las protestas ucranianas el que catalice un movimiento fuerte de oposición contra Lukashenko. Para Kalyakin, la situación entre ambos países es demasiado diferente. “Los ucranianos están mucho más descontentos que los bielorrusos. Y el miedo a la represión estatal es más grande entre los bielorrusos que entre los ucranianos”, asegura el líder de Un Mundo Justo.

Sergey Kalyakin, líder del partido de izquierda Un Mundo Justo.
Sergey Kalyakin, líder del partido de izquierda Un Mundo Justo.Imagen: DW/E. Danejko
Anatoli Lebedko, jefe del Partido Cívico Unido de Bielorrusia.
Anatoli Lebedko, jefe del Partido Cívico Unido de Bielorrusia.Imagen: DW/E. Danejko