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Atrasan desalojo de seguidores de Mursi

12 de agosto de 2013

El Gobierno había anunciado que comenzaría a desarmar el campamento en El Cairo, lo que incrementó la presencia de leales al depuesto mandatario.

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Imagen: imago/Xinhua

La policía los rodeó, pero optó por no desalojar todavía a los seguidores del depuesto mandatario egipcio Mohamed Mursi, luego de que se anunciara que el Gobierno pretendía desarmar el campamento montado en El Cairo. Esto provocó la llegada de más seguidores de los Hermanos Musulmanes, lo que hizo replantearse el escenario al régimen.

Si bien el anuncio decía que la operación comenzaría la madrugada del lunes (12.08.2013), eso no ocurrió debido, según una fuente de seguridad citada por la agencia Europa Press, a la llegada masiva de personas al campamento. Desde el 3 de julio, los leales al régimen están concentrados en lugares como la plaza de Rabaa al Adawiya, desde donde exigen el retorno de Mursi al poder.

Los acampados han convertido su lugar de concentración en una verdadera fortaleza, rodeada de sacos de arena y bloques de cemento. Algunos hombres con cascos y palos vigilan el entorno, para eventualmente enfrentarse a las fuerzas de seguridad. “Vamos a quedarnos, estamos preparados para cualquier cosa y hemos asegurado las zonas de protesta”, dijo Mustafá al Jatib, uno de los manifestantes.

Mursi seguirá detenido

Una fuente de seguridad dijo que el desalojo sería gradual. Se emitirán advertencias y la policía podría usar cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los que se nieguen a abandonar la escena. Otra fuente de seguridad dijo: “No se empleará la violencia a menos que los manifestantes se vuelvan violentos”.

El ministro de Exteriores, Nabil Fahmy, dijo que se garantizaría el derecho a manifestarse pacíficamente y que cada esfuerzo que se haga para intentar resolver la situación se hará a través del diálogo. Pero sugirió que la paciencia del Ejecutivo tiene un límite. Esto, mientras enviados árabes y occidentales y algunos altos funcionarios egipcios han presionado al Ejército para evitar el uso de la fuerza.

El jefe del Ejército, el general Abdel Fattah al-Sisi, que depuso a Mursi, se ha visto presionado por parte de oficiales militares de línea dura para disolver las sentadas de los Hermanos Musulmanes en la capital, dijeron fuentes de seguridad. Pero no será sencillo. Un ejemplo lo da Ahmed Ramadan, quien abandonó su trabajo para unirse a la protesta: “He estado aquí por 28 días y permaneceré hasta que muera”.

Por otro lado, el depuesto presidente Mursi continuará en prisión preventiva durante otros 15 días, anunció este lunes la televisión estatal egipcia. Mursi está acusado de conspirar para llevar a cabo “operaciones hostiles” junto con el movimiento palestino Hamas, así como de participar en planes para el asalto de la prisión de Wadi Natrun y ataques a comisarías de la policía.

DZC (dpa, Reuters, Europa Press)