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En los últimos meses, empresas como McDonalds, Deutsche Bahn o O2 han debido de enfrentarse a este fenómeno. Muchas compañías recurrieron a asesores para calmar la tormenta de difamaciones virtuales. Algunos críticos ven en esta ola de indignación en la red el fin de la cultura de la comunicación. En algunos casos, sin embargo, estos ataques tiene consecuencia positivas, ya que algunas empresas reaccionan a las críticas corrigiéndose y mejorando.