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Alexei Navalny: una vida bajo presión, por criticar a Putin

Roman Goncharenko / Mikhail Bushuev ( JOV / ERS )30 de diciembre de 2014

Navalny se presenta como un luchador contra la corrupción y con ello se ha granjeado la enemistad de poderosos personajes del Kremlin. De nuevo fue condenado el más popular bloguero de Rusia.

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Imagen: Reuters

Los hechos se precipitaron antes de terminar el año: una corte moscovita condenó - inesperadamente - al bloguero y crítico del Kremlin Alexei Navalny, por supuesto robo, a 3 años y medio de trabajos forzados. Pero quedará bajo libertad condicional mientras que su hermano fue condenado a cárcel, por el mismo presunto delito y el mismo tiempo.

Los dos hermanos, arguye el juez, habrían malversado dinero de la firma francesa de cosméticos Yves Rocher, para después introducirlo a la economía legal con la ayuda de diferentes empresas de fachada. Ambos negaron las acusaciones y declararon ser objeto de persecución política.

Aunque el día previsto para emitir el fallo era el 15 de enero, la fecha se anticipó arbitrariamente 2 semanas. Una práctica que en Rusia parece seguir una tradición: la segunda condena contra

Michail Jodorkovski fue dada a conocer justo el 30 de diciembre de 2010, cuando la mayoría de rusos, medios y políticos occidentales estaban ocupados con los preparativos para recibir el nuevo año, o en vacaciones.

“El más fuerte crítico de Putin”

Con sus campañas anticorrupción, el bloguero Navalny se convirtió en “el más fuerte contradictor de Putin”, según el diario alemán Die Zeit. Navalny criticaba desde a los políticos regionales que acostumbran a comprar autos de lujo con dineros estatales, hasta las intrigas de los consorcios petroleros. Corrupción que, según encuestas, los rusos describen como el peor de los males.

Algunos diputados del partido “Rusia Unida” se vieron obligados a renunciar a su curul, después de las publicaciones de Navalny. Con su “Fundación contra la corrupción”, Navalny se ganó poderosos enemigos, entre ellos al mismo presidente Putin.

La carrera de Navalny como opositor de Putin empezó en 2011. Fue el primero que en sus bitácoras llamó al partido de Gobierno; “Rusia Unida”, un partido de pícaros y ladrones. Términos que hoy siguen siendo populares. Navalny también denunció fraude durante las últimas elecciones parlamentarias y presidenciales respaldándolas con documentos. Decenas de miles de ciudadanos respaldaron las denuncias.

¿Procesos políticos?

Alto, rubio y de personalidad impresionante, así describe a Alexei Navalny la periodista Julia Ioffe, corresponsal de las revistas New Yorker y Foreing Policy, en Moscú. “Él es el único político con potencial en la Rusia de hoy”, dijo Ioffe a DW. Navalny proviene de la clase media y entiende sus preocupaciones.

La primera experiencia como político la vivió Navalny durante la elección anticipada a la alcaldía de Moscú el 8 de septiembre de 2013. En el mismo año fue condenado por supuesta malversación de fondos a 5 años de prisión, aunque otra corte decidió ese mismo día que Navalny podía permanecer en libertad, hasta que la sentencia no fuera definitiva.

El mismo presidente ruso estaría detrás de las acusaciones contra él, dijo Navalny en aquella ocasión a la radio. Muchos observadores dudan de la legalidad de los juicios contra los hermanos Navalny. “Estos son puros procesos políticos”, alega Jens Seigert, director de la Fundación alemana Heinrich Böll a DW y agrega que su arresto domiciliario, en el que se encuentra desde comienzos de 2014 por haber desacatado la libertad condicional, es una limitación de su libertad motivada por razones políticas.

Un político no tradicional

Nawalny, aunque tiene partido político, aún lucha porque sea reconocido como tal para poder participar en elecciones. Alexei Navalny estudió derecho y se especializó en Moscú en mercados bursátiles. En la Universidad estadounidense de Yale estudió como becario dos años.

Nawalny se considera un “nacionalista racional” y hasta hace pocos años participó en las llamadas “Marchas rusas”, organizadas por grupos de ultraderecha que rechazan la inmigración. Más tarde, Navalny habría de distanciarse de dichas acciones, no sin dejar claro que en un país multiétnico como Rusia los problemas de la migración no deberían ser tabú.

Así piensan las clases baja y media en Rusia, destaca Julia Ioffe, quien agrega que su participación en las marchas de ultranacionalistas fue una “cínica maniobra” de Navalny para asegurarse un respaldo más amplio entre la población. Jens Siegert coincide con esta apreciación y concluye que "Navalny jugó con fuego".

Ascenso de Nawalny fue posible gracias a Internet

"Quiero ser presidente de Rusia. Quiero cambiar la vida en este país”, dijo el bloguero en primavera de 2013. Como presidente, no le regresaría Crimea a Ucrania, aseguró empero en octubre de 2014. Una frase que no le gustó a muchos críticos del Gobierno, quienes le reprochan que un luchador contra la corrupción no puede estar aprobando el robo de un territorio.

Ahora es cada vez menos probable que Alexei Navalny pueda llegar a ser presidente de Rusia. Si las condenas son confirmadas tendrá que olvidarse de sus planes, ya que en Rusia no puede presentar su candidatura nadie con antecedentes penales.