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Alemania celebra 250 años del nacimiento de Friedrich Schiller

11 de noviembre de 2009

Considerado junto a Goethe como el dramaturgo alemán más importante, Friedrich Schiller fue admirado en vida, pero censurado e instrumentalizado por los nazis.

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Dramaturgo, poeta, filósofo e historiador, Friedrich Schiller fue un adelantado a su época.Imagen: ullstein bild - Archiv Gerstenberg

El clásico autor alemán Friedrich Schiller ya no es hoy un escritor Best seller. Si exceptuamos su presencia en los libros escolares, el dramaturgo prácticamente ha desaperecido de escena. Sin embargo, resisten todavía escuelas con su nombre, calles y plazas llamadas “Schiller” en todos los lugares de Alemania, testigos de una época, cuando la adoración al escritor era una cuestión social, cuando sus versos y piezas se recitaban y sus monumentos eran visitados como si de lugares de peregrinación se tratara.

Deutschland Literatur Friedrich Schiller Geburtshaus in Marbach historisch
Friedrich Schiller nació el 10 de noviembre de 1759 en Marbach am Neckar.Imagen: DW

Schiller fue adorado en vida. Sin embargo, sus homenajes alcanzaron su punto álgido hacia la mitad del siglo XIX. Esa época fue el punto de partida en el que la burguesía emprendió el camino hacia las modernas y democráticas revoluciones que culminarían con la conformación de los modernos Estados nacionales.

Poeta, filósofo, historiador y dramaturgo, Schiller escribió, entre otras muchas cosas, el Himno de la Alegría que años más tarde sería musicalizado e inmortalizado por Beethoven. En 1859, cuando se cumplían 100 años de su nacimiento, la marcha sonó por todas partes. “Profesores, pastores e ilustrados tomaron las riendas. Hubo cabalgatas callejeras y también estuvieron allí presentes las primeras asociaciones de trabajadores. Fue un verdadero delirio. Sin lugar a dudas; la mayor fiesta de masas que tuvo lugar en Alemania en el siglo XIX”, recuerda el historiador colonés Otto Dann.

Adelantado a su época

La fallida revolución de 1848 había ocurrido sólo 10 años atrás y en Alemania gobernaban todavía los príncipes. Sin embargo, la idea de un Estado nacional alemán no había quedado en el olvido. Cien años después de su nacimiento, fallecido en 1805 y todavía ardientemente admirado, el dramaturgo Friedrich Schiller era considerado un prototipo de la resistencia contra el imperante absolutismo. “Un hombre que siempre se había esforzado en adelantarse a su época, que tenía una gran sensibilidad social para la política y para cuestiones estéticas”, comenta Otto Dann. Más tarde, el emergente movimiento obrero alemán descubrió en Schiller un aliado para el pueblo trabajador. “El espíritu republicano de la primera mitad del siglo XIX se encuadra dentro de este movimiento de emancipación . La novena sinfonía con el Himno de la Alegría, se hizo importante gracias al movimiento obrero. Era interpretada siempre en Nochebuena”, recuerda Otto.

Más allá de las fronteras alemanas

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Las obras de Schiller sigue representándose hoy día en escenarios europeos.Imagen: picture-alliance/ dpa

Schiller fue un mito, una leyenda, incluso cuando aún estaba vivo. Sus piezas teatrales, impregnadas con ideas liberales y retórica republicana, estimularon y estremecieron a los hombres. Las lecciones de Schiller en la Universidad de Jena fueron siempre todo un éxito de público. Y no sólo en Alemania fue honrado Schiller. El autor traspasó fronteras y llegó a ser una importante figura en lugares muy alejados del principado alemán. Por ejemplo, la Asamblea Nacional francesa lo nombró hijo predilecto de Francia y la aristocracia danesa apoyó con dinero al Schiller eternamente endeudado.

Otto Dann cuenta que “Schiller escribió dramas para las naciones europeas más importantes, que trataban temas de historia nacional. “Don Carlos” para España, “Wilhelm Tell” para Suiza, “Maria Estuardo” para Inglaterra y “Demetrius” para Rusia”.

Schiller y la propaganda política

Con el siglo XX vino también la confiscación propagandística de Friedrich Schiller, su instrumentalización para fines nazis y nacionalistas. En 1934 el partido nazi (NSDAP) mobilizó una carrera de relevos de las Juventudes Hitlerianas. La ceremonia fue retransmitida en la radio y se dijeron con gran exaltación este tipo de cosas:

“¡Con antenas direccionales hacia África! ¡Para el disfrute del pueblo! ¡Para la fiesta del solsticio de verano de 1934 transmite la radio de Stuttgart en la hora de la nación desde Marbach am Neckar el homenaje de los jóvenes alemanes a Friedrich Schiller! – ¡Friedrich Schiller! ¡Friedrich Schiller! – Adoramos a Schiller como un ejemplo para todos nosotros porque él se consumó en el oficio a sus deberes.”

Pero esa forma de veneración hacia Schiller no resistió mucho, aún cuando en 1940 se emitió de nuevo otra película propagandística “Friedrich Schiller”. “El espíritu liberal de Schiller no pegaba con la ideología nacionalsocialista”, apunta el historiador Otto Dann. “Las obras de Schiller fueron luego incluso prohibidas; su “Don Carlos”, sobre todo. Se debía ser muy cauteloso a la hora de encasillar a Schiller en ese campo de la propaganda nacionalsocialista.”

Schiller en ambas Alemanias

Friedrich Schiller Statue
Por toda la geografía alemana se encuentran monumentos, calles y plazas en honor a Schiller.Imagen: DW

Cuando después de la guerra se establecieron dos Estados alemanes, se desarrolló también una competencia política-cultural alrededor del patrimonio de Schiller. “Thomas Mann fue en 1955 invitado tanto por el gobierno de la RDA, como por el de la RFA a una conferencia y él accedió a ir a ambos países, primero a Stuttgart y luego a Weimar. Expuso la misma conferencia en ambas ciudades”, recuerda Otto Dann.

Una confiada y emergente RDA cuidó la herencia cultural de Schiller y rescató la cita de Goethe “Porque él es nuestro”. La República Federal Alemana también intento apropiarse del patrimonio del dramaturgo, allí jóvenes directores se convirtieron en noticia por provocadoras reposiciones de clásicos de Schiller. Sin embargo, en la escuela apenas se leía al dramaturgo. Eso no se produciría hasta la reforma de la educación.

Las creaciones dramáticas de Schiller han superado las cambiantes épocas y aún hoy se interpretan sus clásicas obras en lo escenarios europeos.

Autora: Cornelia Rabitz / Ana Sánchez Granado

Editor: José Ospina Valencia